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En medio del incremento de la caza ilegal de rinocerontes en Sudáfrica, un grupo de veterinarios está trasladando a más de 30 rinocerontes bebés a un nuevo hogar, para evitar que caigan en manos de cazadores furtivos.
Los veterinarios, liderados por el francés Pierre Bester, han estado trabajando las últimas semanas para reubicar a decenas de rinocerontes pequeños que quedaron huérfanos tras la muerte de sus madres por el incremento de la caza ilegal de esta especie.
Cerca del 80% de los rinocerontes del mundo habitan en Sudáfrica, donde la caza furtiva se ha incrementado por el aumento en la demanda de cuernos de rinoceronte que se utilizan para la medicina.
Sin embargo, a pesar de todos los refuerzos para crear conciencia sobre la importancia de preservar la especie, en 2021 más de 450 rinocerontes fueron víctimas de la caza furtiva, dejando a decenas de crías a su suerte.
Un nuevo hogar
El veterinario Pierre Bester, uno de los primeros veterinarios especializados en rinocerontes de Sudáfrica, participó en la creación de un orfanato en la región de Waterberg, en Limpopo, para la protección y rehabilitación de los becerros abandonados, que ya lleva 10 años.
“Es una batalla que vamos a librar eternamente, y la cuestión es que si no hacemos algo, nadie hará nada, y lo que estamos haciendo es contarle a la gente”, dijo, a AFP.
“Hacer que la gente se dé cuenta de la realidad de la caza furtiva, de lo que está sucediendo, y que vamos a solucionarlo”, agregó.
Hace unas semanas, después de que se venciera el contrato de arrendamiento, el equipo de veterinarios decidió trasladar a los más de 30 rinocerontes rescatados a un lugar más grande, diseñado para que se desarrollen cómodamente y mantenerlos a salvo de los cazadores.
El equipo espera completar la reubicación en 6 semanas, y no se revelará la ubicación del nuevo hogar.
“No podemos simplemente moverlos a todos al mismo tiempo y decir ‘¡bum!, hay un nuevo hogar’”, dijo Yolande van der Merwe, supervisora del orfanato, a AFP. “Hay que tomarlo con mucho cuidado porque son animales sensibles”.
Cuando los rinocerontes estén lo suficientemente fuertes, serán devueltos a la naturaleza y, según los encargados, más del 90% lo logra.