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Una mamá águila calva capturó a un polluelo de halcón para dárselo de comer a su cría. Sin embargo, en lugar de devorarlo, movida por su instinto maternal, decidió cambiar de opinión.
En la Isla de Gabriola, Canadá, la asociación sin ánimo de lucro GROWLS se dedica a la recuperación y preservación de aves rapaces. Un equipo de voluntarios monitorea con cámaras los nidos de águila calva de la isla en su esfuerzo por preservar la especie en su hábitat natural.
En uno de los recientes movimientos registrados en un nido, Pam McCartney, una funcionaria de GROWLS, notó un comportamiento inusual.
El 4 de junio, una mamá águila lanzó a un polluelo de halcón de cola roja a su nido, como alimento para su cría. Sin embargo de forma inesperada, en lugar de picotear y despedazar al polluelo, lo dejó ileso.
“Simplemente lo dejó caer, ya saben, y cobró vida. Y la pequeña águila [que estaba en el nido] estaba como ‘¿Qué pasa, mamá? ¿Qué es esto? ¿Por qué se está moviendo?”, dijo McCartney a CBC.
“Por lo general, cuando veo cosas como David Attenborough y sus programas, puedo cerrar mis ojos o adelantarle o lo que sea, pero esto era en vivo en el momento, y yo pensaba ‘oh, Dios mío, oh, Dios mío’”, agregó McCartney.
Malala, como nombraron a la cría de halcón hembra, en lugar de quedarse paralizada por el pánico se dejó llevar por el instinto de supervivencia y luchó por su vida.
“Acto seguido, la pequeña halcón saltó y empezó a pedir comida de inmediato. Eso fue lo que le salvó la vida”, dijo David Bird, biólogo de vida silvestre y profesor emérito de la Universidad McGill de Montreal, a CBC.
Así se formó la extraña familia. Al principio el polluelo de águila mantuvo la distancia con su hermanita adoptiva, pero al poco tiempo la aceptó e increíblemente empezó a dar muestras de cariño.
Video cortesía de Pam McCartney, Growls
Malala vivió con sus familia adoptiva durante 22 días hasta que emprendió el vuelo. Al ser una especie más pequeña su desarrollo transcurre en periodos de tiempo más cortos.
En los videos captados por la cámara se puede ver sus primeros vuelos frente a la atenta mirada de su hermano mayor, que la llama preocupado para que regrese con ellos.
Video cortesía de Pam McCartney, Growls
Esta singular familia nos muestra que incluso entre los depredadores más feroces hay espacio para la compasión. La madre naturaleza nunca dejará de sorprendernos.
¿Qué te parece la acción de la mamá águila calva?
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