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Bugs nació en una madriguera días después que su padre desapareciera. Creció acompañado de sus 5 hermanos, su madre y su abuelo.
Pero este pequeño conejo era diferente de los otros de su camada. Él veía con admiración las maravillas de mundo que lo rodeaba.
Al ver el espíritu aventurero del bebé conejo, su abuelo empezó a contarle historias de sus aventuras juveniles, cuando conoció a otros animales y los paseos que hacía a un lago que había cerca.
Sin embargo, su madre siempre le pedía que no se alejara mucho de la madriguera porque había muchos peligros allá fuera.
Además, su padre se había alejado y nunca regresó. Todos pensaban que había muerto.
Pero Bugs empezó a inquietarse por el mundo, y quiso salir a explorar.
Una mañana, el conejito salió de casa con mucho sigilo para que nadie se diera cuenta.
Caminó y caminó, hasta que encontró un enorme lago donde habían patos, varios tipos de aves y zarigüeyas. También había una enorme casa, con ventanas y una puerta.
Para Bugs este era un lugar mágico, lleno de cosas completamente nuevas, que el conejito tan solo podría imaginar. Así que el pequeño quiso ir más allá.
Al ver la destreza de los patos dentro del lago, el conejito pensó que podría probar, y se adentró en el agua, para ir a nadar.
Lo que Bugs no sabía, es que los conejos no nadan.
Aunque sus huesos ligeros les permiten flotar, la sensación de estar en el agua les genera un tipo de shock.
Así que a los pocos segundos de entrar al lago, Bugs no supo cómo regresar. Estaba muy angustiado, tomó mucha agua y estaba a punto de perder el conocimiento.
De repente, un hombre llamado Jordan que vivía en la casa del lago vio algo flotando sobre el agua y se acercó a ver.
El conejito vio al hombre a lo lejos, y entonces recordó que los humanos podían ser uno de los peligros de los que la advertía su madre.
Para ver lo que sucedió después mira el videocuento a continuación:
Aunque en esta ocasión Bugs corrió con suerte, aprendió su lección ya que estuvo al borde de la muerte.
Bugs y su familia ahora pasan a visitar a Jordan en ocasiones y entablaron una hermosa amistad desde aquel día del rescate.
1 Comment
Jose Luis
Qué bonita fábula