¡Comparte!
La noble actitud de una niña atravesó miles de corazones cuando fue captada haciendo el bien, mientras rescataba a un perrito abandonado y muerto de frío.
Cibely, una niña de Brasil de 12 años, no pudo ignorar a un perrito abandonado que tiritaba de frío bajo la lluvia en la acera de una transitada calle de Blumenau, en Santa Catarina, Brasil.
La jovencita, compadecida del pobre animal, se quitó su chaqueta para abrigar al cachorro y llevarlo a casa.
Lo que la niña no sabía es que su acto de bondad estaba siendo registrado. Mayane Rodrigues, estaba viendo la conmovedora escena desde la ventana de su apartamento y no pudo evitar grabar el tierno momento.
Cuando Cibely llegó a casa sorprendió a su mamá. La niña, que a esa hora regresaba de la escuela como todos los días, venía acompañada de una bola de pelos mojada entre sus brazos.
“Cuando llegó con el cachorro a casa mojado por la lluvia y con sangre en la camisa, me asusté”, dijo la madre de Cibely, Rejane Stiegelmair, a The Epoch Times. “Pensé que estaba herida”.
Cibely le contó a su mamá que no tuvo más remedio que intervenir, porque “vio a la perrita con mirada triste pidiendo ayuda, estaba herida y temblaba de frío y no podía levantarse”.
(Cortesía de Cibely Stieglmayer)
La familia de Cibely es amante de los animales y decidieron llevar la perrita al veterinario. Luego de una revisión comprobaron que se encontraba bien y no tenía ninguna lesión, por lo que comenzaron a buscar a sus dueños.
Publicaron fotos de la perrita en las redes sociales caninas, en páginas de animales perdidos, pero nadie se reportó.
Mientras los Stiegelmair esperaban alguna señal de su dueño, Mayane Rodrigues, la mujer que había grabado el rescate, los buscaba en las redes porque la bondad de Cibely se estaba volviendo viral.
Cuando logró contactarlos compartieron la historia que conmovió a miles de personas que elogiaron tanto a la niña como a sus padres por el compromiso que asumieron al cuidar al cachorro abandonado. Incluso recibieron donaciones y dinero para gastos veterinarios.
Pero los dueños de Pretinha, como apodaron a la perrita, seguían sin aparecer y pensaron darla en adopción porque ya tenían otras mascotas que alimentar y cuidar.
Pero el vínculo ya era demasiado fuerte y cada vez que la imaginaban viviendo en otro hogar, lejos de ellos, lloraban y se les estrujaba el corazón.
“Descubrimos que ya era nuestra desde el rescate”, admitió Rejane.
Finalmente Pretinha se quedó para siempre en casa de Cibely, una decisión que tomaron pensando en que todo se trata de “quererse y tener compasión por los demás”.
Con la esperanza que su historia deje un buen mensaje para el mundo, Rejane escribió: “¡Haz siempre el bien a la humanidad o a la vida animal, y cuidémonos los unos a los otros!”.