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Con los ojos llenos de ilusión después de tantos años de espera, una abuela de 104 años cumplió un deseo muy especial.
Bertha Komor, una abuela de casi 105 años que reside en Village Gate en Farmington, Connecticut, tenía un deseo muy singular: acariciar a un pingüino.
Desde que Bertha se mudó a Farmington para estar más cerca de su familia, su alegría y dulzura ha tocado muchos corazones, y cuando Ashley Waddell, coordinadora de bienestar de Village Gate supo del tierno deseo de Bertha, no dudó en ponerse en acción.
“Ella me hace sonreír”, le dijo Ashley a NECN. “Es una persona increíble. Cuando me dijo que quería tocar un pingüino, tuve que hacer realidad ese sueño”.
Afortunadamente la fundación Twilight Wish sabe exactamente cómo ayudar a cumplir los deseos de los abuelos, y gracias al Acuario Mystic de Connecticut, un pequeño emplumado llegó a las cariñosas manos de Bertha.
El primero de junio Bertha se sentó en la primera fila del Acuario Mystic y tuvo en su regazo a Red Green, un pingüino africano de 35 años, el ejemplar más viejo del acuario.
“No me esperaba esto, es maravilloso”, le dijo Bertha a WFSB. “La mejor parte fue acariciarlo y verlo de cerca”, agregó emocionada.
De acuerdo a Twilight Wish, cuya misión es hacer del mundo un lugar más agradable para envejecer mientras cumplen un deseo crepuscular a la vez, Bertha hace muchos años que quería conocer a un pingüino, porque, según dijo, son adorables y es su animal favorito.
Según la fundación, la anciana es conocida en todo Village Gate por ser cariñosa y amable con todos los que conoce.
Bertha, que vivió 72 felices años de matrimonio hasta que su marido falleció, también es la alegría de sus hijos y nietos.
“Estoy muy emocionada por ella y muy feliz que su deseo se haya hecho realidad, y de que sea parte de nuestras vidas desde hace tanto tiempo”, le dijo Karen Rivkin, la nieta de Bertha, a NECN.
Los ancianos son valiosos y deben ser reconocidos, ¿qué pequeño gesto harías para hacer feliz a tus abuelos?