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En una hermosa ciudad, en un frío día de invierno, nació un caballo en el establo de una granja familiar.
El potro, de color café, al que llamaron Raiven, era hijo de una yegua de competencia.
Desde muy pequeño Raiven mostró un gran porte, que se acentuaba por sus largas crines.
Raiven creció rodeado de otros caballos que soñaban con participar el las competencias, pero había una en especial que llamaba la atención de los corceles del lugar.
Anualmente en la ciudad se realizaba una tradicional carrera sobre hielo, que era considerada como uno de los acontecimientos sociales y deportivos más destacados del mundo.
Todos los caballos que Raiven conocía querían participar y se entrenaban fuertemente para ser elegidos por sus dueños.
Pero un día, durante la tradicional carrera sucedió algo inesperado que conmocionó a todos.
Mientras un grupo de 20 caballos galopaba con gran energía sobre el lago congelado, el hielo se rompió y todos cayeron al agua.
Por más esfuerzo que pusieron para salir, todos los caballos perecieron.
En ese momento Raiven ya era un caballo adulto y estaba preparándose para participar en los años siguientes en la competencia. Y cuando se enteró de la tragedia, el miedo lo embargó.
Raiven no dejaba de pensar que le podría suceder lo mismo. Hasta en sueños se veía cayendo al agua, luchando desesperadamente por sobrevivir.
Por esos días, otro caballo del establo llamado Galeón notó el sufrimiento de Raiven. Se acercó y le dijo que debía hacer a un lado el miedo y concentrarse en los entrenamientos.
Le recordó que los caballos se caracterizan por ser fuertes y valientes, y con un gran espíritu y fuerza podrían superar las más grandes adversidades.
Pero si sus pensamientos y su cuerpo no era suficientemente fuertes, eso podría afectar su participación en la competencia.
Raiven escuchó atentamente y continuó entrenándose. Pero en ocasiones recordaba ese terrible suceso y el miedo lo embargaba nuevamente.
Pasaron los años, y un día de invierno, el dueño del establo consideró que Raiven estaba listo para participar en la competencia sobre hielo.
Los organizadores del evento se aseguraron de que el lago estuviera suficientemente congelado e incluyeron encima otra capa de nieve compacta para que los caballos tuvieran más agarre.
Galeón también había sido seleccionado para la carrera, y animó Raiven para que diera su mayor esfuerzo.
Cuando llegó el tan esperado día, Galeón tomó el lugar a la derecha y Raiven quedó en el medio.
Mientras estaban galopando, el hielo se rompió y todos los caballos, menos Galeón, cayeron dentro del lago.
Fue un momento angustiante, ningún caballo podía salir del agua helada.
Mientras Raiven trataba de salir, vio a Galeón fuera del agua y recordó su consejo.
Así que comenzó a tener pensamientos positivos, y creyó que realmente podía hacerlo.
De repente, el ambiente a su alrededor empezó a cambiar, y uno de los hombres que estaba en el lugar empezó a ayudar.
Para ver lo que sucedió después mira el videocuento a continuación:
La historia de Thorn, el reportero que se convirtió en héroe ¡Admirable su actuar! 💪🏻🦸🏻♂️
Publicado por Vacaláctea en Lunes, 25 de abril de 2022
Raiven finalmente sobrevivió, su confianza se fortaleció y su miedo desapareció completamente.