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Una enfermera tomó la decisión de darle un nuevo hogar a un perrito tras la muerte de una de sus pacientes, después de enterarse que la familia había entregado el cachorro a un refugio de animales.
Kimberly Still, enfermera del Hospital Northside Gwinnett, en Georgia, tuvo a su cargo durante algunas semanas a una paciente terminal con la que simpatizó completamente.
La mujer le habló de su preocupación por el futuro de su perrito Jax, si esta llegaba a morir.
“Ella no tenía hijos, no tenía familia cerca. Así que todo lo que tenía era este perro”, dijo Still a ABC 7 News.
Días después, cuando la paciente falleció y su familia voló a Gerogia, le compartieron que ya habían entregado el perro a un refugio de animales.
Still pensó que eso no era lo que hubiera querido la anciana, y tal vez ella podría hacer algo más por el perrito.
“Me preocupó que no le dieran una buena oportunidad y posiblemente lo sacrificaran si no salía del refugio”, djo Still en un entrevista con WSB.
Así, la compasiva enfermera fue hasta el refugio y decidió adoptar al chihuahua para darle un nuevo hogar, aunque ya tenía un perro en casa.
“Nunca me voy a deshacer de él. Él es muy dulce. Es uno de los perros más amorosos que conozco”, dijo Still a WSB.
Los compañeros de trabajo se sorprendieron al enterarse de la desinteresada acción de Still, y le hicieron un reconocimiento.
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La enfermera está muy contenta con su nuevo perrito y aseguró que Jax le recuerda constantemente la razón por la que decidió convertirse en enfermera: para ayudar a otros.
“La lección de esto es que llegar a conocer a cada paciente realmente puede ayudarlos en muchos sentidos”.
