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Como si fuera un pequeño cachorro, este gran danés de más de 70 kilogramos salta sobre los muebles para acurrucarse en las piernas de sus dueños y recibir caricias y cariños.
Kevin, de 42 años y su esposa Beth Kempen, de 40 años, propietarios de un negocio de venta al por menor, viven con sus dos hijos Maddie y Colin, en Wisconsin. Desde hace algunos años llevaron a casa a dos grandes daneses como mascotas: Joe y Larry.
Larry, de 4 años, pesa 170 libras (unos 77 kilogramos) y es un perro enorme junto a otros perros; cuando está en dos patas incluso es más alto que Kevin.
Larry ya es mundialmente famoso por la manera en que se acurruca con sus largas patas en el regazo de la familia Kempen.
“Es realmente una cosa de daneses”, dijo Kevin a The Epoch Times. “Diría que muchos gran daneses se creen perros falderos… siempre intentan sentarse a tu lado. Larry, en cambio, tiene que sentarse sobre ti”.
Las travesuras de este gigante ya han costado más de 2000 euros, debido a que tuvieron que reemplazar más de tres sillones reclinables.
“Con Maddie, nuestra hija, que tiene 13 años, Larry es súper amable. Se arrastra lentamente y si ella dice ‘¡Ay!’, salta y lo vuelve a hacer. Con mi esposa, lo mismo. Conmigo, diría que el 90% de las veces es suave, pero hay un 10% en el que dice: ‘¡Ya voy, más vale que tengas cuidado!’”, dijo Kevin.
La familia comparte todas las travesuras de Larry a través de un perfil en Instagram, en donde el can ya acumuló más de 165 mil seguidores.
Los internautas piensan que los saltos de Larry al regazo de Kevin son divertidísimos, tanto que el espectáculo se hizo viral.
El gran danés tiene una obsesión por las mantas, actualmente tiene siete mantas y roba todas las que pueda. También su mejor amigo y hermano perruno, Joe, es víctima de los atracos de mantas de Larry.
Su juguete favorito es “Mr. Croc”, un peluche de cocodrilo con el que duerme. Otra de sus manías es olfatear la boca de cada persona que llega a casa. “Creo que quiere asegurarse de que no has comido en algún sitio sin él”, dijo Kevin.
Desde que Larry llegó, la familia ha cambiado cinco sillones reclinables debido al enorme peso del gran danés. “Gastamos 1000 libras esterlinas en el último porque dijeron que duraría, pero ya veremos. Les dijimos que necesitábamos algo con buena garantía y se rieron de nosotros”.
Aunque el enorme can es despiadado con los muebles, sabe ser gentil con los niños como las nietas de Kevin y Beth o con perros de talla más pequeña.
“Creo que sabe que cuando es más grande que otros perros, tiene que ser amable. Pero en lo que respecta a acurrucarse con nosotros y sentarse en nuestro regazo, realmente cree que puede caber”, dijo Kevin.
Kevin comparte el vínculo más cercano con Larry, lo lleva de consigo a todas partes, en paseos por camión o largas caminatas juntos. En cuanto al espacio personal, es algo que no existe para Larry cuando se trata de Kevin.
“La única manera en que puedo describir su personalidad es increíble”, dijo Kevin. “Sabe cuando estamos enfermos, así que es súper amable, sabe cuando estamos contentos y se pone contento… es simplemente increíble”.
Mira a Larry acurrucarse:
(Cortesía de Larry the Great Dane)