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Las espléndidas flores de malva que florecen en la profundidad del desierto de Arizona tienen a una adorable visitante que les hace compañía.
Se trata de una rara especie de abejas con ojos azules como zafiro que fue captada durmiendo dentro de las coloridas flores por un fotógrafo de vida silvestre. Las imágenes revelan una escena que tal vez nunca tendríamos el gusto de ver.
Joe Neely salió a principios de 2021 con su prometida Niccole a tomar fotografías de flores silvestres de amapolas mexicanas en el desierto de Arizona, pero no hallaron ninguna.
“En el camino de regreso vimos este parche de flores rosadas justo al lado de la carretera, así que nos detuvimos para tomar algunas fotografías”, dijo Joe a Bored Panda.
Un maravilloso descubrimiento
¡Lo que encontraron los dejó boquiabiertos! Había un grupo de abejas de ojos azules brillantes, durmiendo dentro de las hermosas flores anaranjadas en el crepúsculo del desierto.
“Niccole estaba buscando la flor perfecta y notó unas abejas dentro de una de las flores de malva anaranjada”, dijo Neely a The Epoch Times. “Me acerqué rápidamente y las observé durante varios minutos, incluso después de la puesta de sol. Bromeamos diciendo que parecían borrachas de polen, ya que se tambaleaban trepando por las ramitas en lugar de volar”.
La vívida flor de malva globo es el hotel de esta amiga en las noches. A las abejas de ojos azules (Diadasia diminuta) les encanta saciarse de su polen durante el día, pero cuando se pierde el sol se acurrucan curiosamente dentro de ellas y duermen plácidamente cubiertas de pies a cabeza de polen amarillo.
La pareja vio que en cada flor se albergaba una abeja ocupante; mientras que una abeja solitaria daba vueltas buscando una cama vacía. Esta rezagadita les mostró que son solidarias, pero pueden compartir.
“Se iban a dormir, nunca había visto este comportamiento”, dijo Joe. “Luego, mientras el atardecer se hacía más oscuro, una última abeja se esforzaba por encontrar su propia flor, pero todas estaban ocupadas, así que se metió en los pétalos con otra abeja, que se movió un poco para darle espacio”.
Sorprendido por la extraordinaria escena, el fotógrafo describió así el mágico momento: “Pensé ‘guau, esta es la composición más perfecta que jamás haya visto’, así que saqué mi equipo de macrofotografía y tomé unas cuantas fotografías”, dijo. “Sus ojos azules y las flores anaranjadas contrastaban maravillosamente. Tan solo cuando regresamos a casa aprendimos más sobre ellas y su comportamiento único de dormir en las flores de la malva”.
A Joe Neely, le encanta tomar fotografías de “cualquier cosa del mundo natural” y las comparte en su página de Instagram y en su sitio web para los apasionados por la naturaleza como él.