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Una gatita que pasó los dos últimos meses luchando con una rara enfermedad que la hizo perder sus orejas, su cola y una patita, encontró un amoroso hogar que la acepta tal y como es.
Dolli, una gatita juguetona de seis meses, empezó a presentar algunos síntomas de enfermedad a finales de noviembre. Según su familia, al principio era algo leve, pero luego empezaron a ver cambios considerables en su piel y orejas que no sabían cómo tratar.
Aunque intentaron ayudarla, la enfermedad evolucionó rápidamente y estaban aterrorizados, así que la llevaron al refugio de animales MSPCA-Angell en Boston, con la esperanza de que pudieran hacer algo por ella.
“Cuando Dollie llegó con nosotros, sus orejas se estaban desprendiendo, y de hecho se cayeron. Partes de su piel estaban necróticas, se estaba muriendo. Le afectó las extremidades, incluyendo su cola, piernas y la mayor parte de su tejido del oído. Nunca habíamos visto algo como esto”, aseguró el refugio MSPCA-Angell en una publicación en Facebook.
Ante la terrible situación de la gatita, los funcionarios pidieron ayuda a la red de especialistas de MSPCA-Angell para identificar la enfermedad de Dollie y buscar una solución.
“Nuestro equipo de dermatología, con sede en Angell West en Waltham, vino a Boston para examinar a Dollie”, añadió el refugio. “Determinaron que sus síntomas eran típicos de un problema llamado dermatopatía isquémica, que generalmente es causada por una reacción a algo en el cuerpo que conduce a una inflamación generalizada”.
El caso de Dollie era bastante grave, pero gracias a los especialistas recibió el tratamiento adecuado que detuvo la enfermedad. Sin embargo, tuvieron que amputarle la cola y una pierna.
“Aunque Dollie se ha recuperado, probablemente nunca sabremos qué causó esa reacción, pero nuestro equipo lo diagnosticó a tiempo para evitar la progresión y salvar dos de sus piernas que estaban en peligro”.
Dollie también tenía dermatofitosis, que se estuvo tratando con un baño de cal, por eso está amarilla en la fotografía.
Después de liberarse completamente de las enfermedades, Dollie encontró un hogar con una familia cariñosa que se conmovió con su historia, y ahora se llama Mochi.