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El Día de los Caídos se convirtió en un día memorable para una familia de Illinois cuando decidieron recatar a un cachorro abandonado a la orilla de la carretera.
Amanda y Nicole Lightle, dos hermanas de Illinois, habían aprovechado el Día de la Recordación para ir visitar a su hermano en Mississippi.
Cuando regresaban en una carretera rumbo a su hogar, sus planes de volver rápido a casa cambiaron en un instante al ver a un pobre perrito que vagaba por la ruta.
“El fin de semana de la Recordación, fuimos con mi hijo a visitar a nuestro hermano en Mississippi. El domingo comenzamos nuestro viaje de 11 horas a casa a las 5:30 de la mañana”, escribió Amanda en una publicación en Instagram.
En el camino, sus sentidos se pusieron en alerta cuando vieron una pequeña perrita caminando al borde de la carretera.
Fue solo cuestión de segundos para que sus pensamientos estuvieran de acuerdo: debían devolverse y rescatar al pobre animal. Aunque la hierba alta casi la tapaba, notaron que la canina necesitaba ayuda.
“Le dije a mi hermana: ‘Creo que era un cachorro lo que acabamos de pasar. ¿Deberíamos dar la vuelta?’, y sin dudarlo, ella dijo: ‘UH, SÍ’, lo cual fue bueno porque yo de todos modos ya estaba dando la vuelta”, dijo Amanda a The Dodo.
Cuando se bajaron del auto para ver la situación más de cerca, la perrita estaba temblorosa y tímida, pero finalmente dejó que Amanda se acercara lo suficiente para acariciarla. La dócil canina no prestó demasiada resistencia y la subieron al auto.
Aunque buscaron en todas las páginas de Facebook de mascotas perdidas de la zona, no encontraron a un posible dueño. Y como no tenía collar ni placa y estaba visiblemente descuidada, decidieron llevarla a casa.
Como la canina estaba muy sucia, se detuvieron en un parque para limpiarla un poco y luego continuaron su viaje. Ya más relajada, se acurrucó en el asiento hasta llegar a su nuevo hogar donde le dieron un buen baño para sacarle pulgas y garrapatas.
Luego de hacerle los controles veterinarios, corroboraron que no tenía chip y que necesitaba de varios tratamientos para recuperar su salud, pero poco va mejorando y recobrando fuerzas.
“La primera semana solo pasaba el tiempo en su cama, que estaba instalada en una jaula en mi habitación de invitados, dijo Amanda.
Pero en los días siguientes comenzó a demostrar su personalidad amistosa y compañera. Ahora ya se suma a la sala con toda la familia y se hace un ovillito mientras ve la tele. “También me sigue de una habitación a otra”, agregó la mujer.
Honey Be, como apodaron a la dulce perrita, llegó a la vida de los Lightle para quedarse. Aunque los primeros días intentaron buscarle un hogar, finalmente decidieron que se quedaría con ellos para siempre.
“Afortunadamente se ha adaptado perfectamente a nuestra familia y encontró su hogar definitivo. Estamos tan contentos de haberte encontrado Honey Be”, publicó Amanda en Instagram.