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Un hombre que recogió lo que parecía un cachorro perdido, triste y abandonado al lado de la carretera, se llevó una gran sorpresa al descubrir que en realidad no era un perrito.
Dover, residente de Massachusetts, tomó en sus brazos al adorable cánido, y al hacer una rápida revisión, decidió llamar al centro de rescate Cape Wildlife Center en Barnstable, en abril de 2022, para pedir ayuda.
Al llegar, el personal de vida silvestre confirmó que se trataba de un coyote bebé macho. Solo tenía unas pocas semanas de vida, estaba en regular estado, sin heridas ni desnutrición, a pesar de haberse separado de su madre a tan corta edad. Pero harían todo lo que estuviera a su alcance para ayudarlo a prosperar.
“Nos gusta pensar que hacemos un buen trabajo, pero la madre siempre lo hace mejor”, dijo Zak Mertz, director del Cape Wildlife Center, a The Epoch Times.
“Si uno tiene una idea general de dónde está la familia, a veces se puede intentar reunirlos. Pero no teníamos manera de hacer eso”, añadió.
Para lograr que el pequeño coyote tuviera una vida normal en la naturaleza, se debía minimizar el contacto humano en su desarrollo, y crear un entorno natural durante su crecimiento.
Después de una investigación, los funcionarios del centro de rescate encontraron a un coyote bebé hembra que había sido rescatada dos semanas antes.
Estaba en proceso de recuperación en la Clínica de Vida Silvestre de Rhode Island, e intentaron unirlos para que se apoyaran mutuamente.
“Pueden aprender de sus hermanos”, dijo Zak. “Hacemos todo lo posible para replicar una crianza tan natural, de modo que cuando estén listos para regresar a la naturaleza, tendrán todas las habilidades que necesitan para sobrevivir”.
Según Zak, los hermanos tienen una edad similar, la hembra tiene solo dos semanas menos, pero le dieron otra semana antes de reunirlos, para que alcanzara el tamaño.
El plan funcionó a la perfección. Desde el momento en que se conocieron, “se llevaron muy bien”, y permanecieron inseparables desde entonces.
“Al principio fue un poco lento, pero apenas interactuaron, comenzaron a relacionarse rápidamente”, aseguró el centro en una publicación en Facebook.
““En poco tiempo estaban luchando y jugando entre ellos. Tener un hermano como modelo de comportamiento lleva un largo camino hacia mantener sus instintos salvajes”.
Después de varios meses de rehabilitación, los dos pequeños coyotes estuvieron listos para ser liberados.
“Como se tenían el uno al otro como compañeros, permanecieron salvajes y alejados de los humanos”, dice una actualización en Facebook de la entidad.
“Liberarlos al mismo tiempo con suerte aumentará su tasa de supervivencia en la naturaleza”.
“Mientras que algunos coyotes eligen separarse después de liberarlos, algo nos dice que estos dos pueden estar unidos de por vida ❤️”.