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Un compasivo joven se adentró a un área inundada en el centro de Canadá mientras subía el nivel del agua, para rescatar a una perrita y sus cachorros abandonados a su suerte por sus dueños en un casa.
Durante las fuertes inundaciones en Peguis First Nation, Manitoba, a principios de junio de este año, más de 19,000 personas se vieron obligadas a abandonar sus casas dejaron todo atrás, incluso a sus cachorros.
Pero Brady Oliveira, un jugador profesional de fútbol americano y voluntario de rescate, no se dejó intimidar por la difícil situación cuando recibió una alerta sobre una perrita abandonada en una casa con sus dos cachorros, mientras el nivel de agua aumentaba.
“Aunque los bomberos nos informaron que las condiciones no eran seguras para rescatar a los perros, ¡no nos íbamos a marchar hasta que los tuviéramos!”, dijo Oliveira en una publicación en Instagram.
Para acceder a la vivienda Olivera y un amigo tuvieron que caminar durante treinta minutos entre la nieve y el agua helada sumergidos hasta los muslos. Durante el camino no paraban de escuchar los ladridos y el llanto de muchos otros perros que también estaban atrapados.
Cuando llegaron el panorama era desolador. La pobre perrita se encontraba afuera en una plataforma de madera parcialmente sumergida, y se veía muy angustiada por el frío aterrador. Sus cachorros estaban encerrados en el baño cubiertos con sus propios excrementos.
El joven aseguró que esta misión de rescate fue especialmente dura. Después de recoger a los cachorros, tuvieron que cargarlos durante treinta minutos que vuelta hasta la lancha.
“¡Es uno de los rescates más cargados de emociones que he hecho!”, aseguró Oliveira.
“Nunca deje a su animal atrás y si realmente tiene que hacerlo, ¡póngase en contacto con un rescate de animales local! ¡Estos animales merecen algo mejor que esto!” agregó el joven.
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Un rescate con un final feliz
Cuando llegaron a un refugio, un veterinario revisó a los perritos y reveló que los cachorros estaban empezando a desarrollar hipotermia.
Afortunadamente, la mamá y los tres cachorros pudieron recuperarse gracias a la atención y cuidado de los funcionarios del centro de rescate.
Por suerte, encontraron pronto una familia de acogida en Boston.