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Un lorito muy parlanchín que sabía hablar inglés británico se reencontró con su dueño después de desaparecer cuatro años atrás, pero en esta ocasión hablaba español.
Todo comenzó cuando la veterinaria Teresa Micco recibió una respuesta a su anuncio sobre Benjamin, su loro que había desaparecido. Una pareja propietaria de la peluquería canina Happy Tails Dog Spa en Terrance, California, EEUU, creía que había encontrado a su mascota en la puerta de su casa.
“Escuché a alguien silbar y decir: ‘¿Hola? ¿Hola?’”, dijo Julissa Sperling, propietaria de Happy Tails a Daily Breeze. “Abrí la puerta y salí, nada”. Sin embargo, volvió a suceder, entonces Sperling se fijó más detenidamente y vio al lorito.
Sperling decidió llevar al lorito a su negocio. Él era muy feliz, bailaba, imitaba los ladridos de los perros y decía “¿Qué pasa?” en español. Sperling es Panameña y estaba encantada con el simpático lorito. Pero ella sabía que debía tener un dueño que lo estaba buscando desesperadamente y no podía conservarlo.
En los días siguientes, ella y su esposo encontraron el anuncio de Micco, del loro perdido, y la contactaron.
Micco estaba muy ilusionada, el lorito era idéntico a su añorado Benjamin, pero tenía que pasar la prueba de fuego. Así que buscó si tenía microchip con su detector y descubrió que no era su lorito.
“Sentí mucha pena por ella, su rostro cambió totalmente cuando descubrió que no era suyo”, dijo Sperling. “Pero luego dijo: ‘Tiene un microchip, así que busquemos al dueño’”.
No fue nada nada fácil encontrarlo. La información del microchip estaba incompleta. Tuvieron que ir hasta la tienda donde lo habían comprado y gracias a sus registros obtuvieron los datos de contacto. Pero desafortunadamente ninguno de los dos teléfonos seguía activo.
Micco no se dio por vencida y con mucha valentía decidió presentarse en la dirección postal que figuraba.
Cuando llegó allí preguntó: “¿Ha perdido un Loro?
El residente de la casa se quedó muy sorprendido y respondió que no, al menos no recientemente. Entonces pasó a explicar que hacía cuatro años su Lorito Nigel se había escapado. Pero que no había vuelto a saber nada más de él. Cuando Micco comprobó que su descripción concordaba con el loro que ella tenía le devolvió a Nigel.
Para mayor sorpresa de su dueño, Nigel había aprendido a hablar español y no paraba de repetir el nombre de un tal “Larry”. Además, en lugar de mostrarse amigable lo mordió. Pero esto si era algo que propio de su comportamiento.
Unas semanas después del feliz reencuentro el dueño de Nigel comentó que se había readaptado estupendamente y que están muy felices. Micco ha podido reunir a varios loritos con sus dueños desde entonces, y confía que gracias al karma volverá a reunirse con su lorito Benjamin.