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El lago Baikal es el más profundo y antiguo de la Tierra. La gente tiene que viajar unos miles de kilómetros en Rusia para poder fotografiar el paisaje asombroso que regalan los hielos del mágico lago congelado. Pero también tiene otra característica exclusiva… Es el hogar de los pinnípedos más pequeños del mundo: la foca del Baikal o nerpa.
Por suerte, el galardonado fotógrafo de 42 años, Dmitry Kokh, se aventuró en abril en una misión épica en busca de nerpas. Mientras se sumergía en las profundidades de la interminable capa de hielo del Baykal, de repente vio la dulce carita de una pequeña cría de foca saliendo de su helada madriguera. Al instante, supo que estaba ante la preciada y difícil compañía por la que viajó tan lejos.
Las nerpas o pusa sibirica son notoriamente esquivas y solo unos pocos han logrado acercarse a ellas, por lo que Dmitry tuvo que planificar muy bien su misión para encontrar alguna.
Dmitry escribió en su página Notion el propósito de esta expedición: “Mi objetivo era encontrar y fotografiar la foca del Baikal bajo el agua, en su entorno natural; no mucha gente lo había hecho antes, y realmente quería mostrarle a la gente la belleza prístina de este lugar y sus habitantes”.
Y valió la pena, la adorable presencia de la pequeña nerpa y su dulce mirada lo conmovió.
“Toda la experiencia fue increíble y muy memorable. Fue un sueño y una misión realizados, así que eso siempre se siente muy gratificante”, dijo Dmitry a The Epoch Times.
Pero esta no fue el primer intento del fotógrafo para avistar nerpas. “Ya lo probé hace 2 años, en noviembre, y no lo había logrado: el lago se congela a mediados de enero, y fue bastante difícil encontrar nerpas en aguas abiertas, al ser demasiado tímidas desaparecían al borde de la vista”, añadió al medio. Pero esta vez, ¡la pequeña foca posó para él y hasta lo saludó!
“¡Es realmente un placer tomar fotografías a las focas! Son divertidas, amigables, curiosas y muy fotogénicas”, dijo Dmitry a PetaPixel .
Una experiencia única
El fotógrafo contrató a un perro local llamado Pulka para que ayudara a su equipo a localizar una madriguera en el espeso hielo. El lago siberiano es tan inmenso que la búsqueda puede tomar horas. Además, explicó que se necesitan varias inmersiones hasta que los exploradores finalmente tienen suerte.
“La madriguera de la foca tiene una salida al lago desde abajo del hielo, así que nuestra estrategia era localizarla, bucear y luego esperar a la nerpa”, escribió Kokh.
El primer lugar que eligieron estaba junto a una gigantesca grieta en el hielo, que hace que los bloques de hielo formen cavernas y pasadizos bajo la superficie.
Kokh describió su emoción al estar allí dentro: “Cuando estás dentro de estos pasadizos, no puedes dejar de pensar en el kilómetro de profundidad que hay debajo y en un techo interminable de hielo grueso sobre ti. El único camino de vuelta es un pequeño agujero en el hielo a 100 metros de distancia, una preciosa ventana a nuestro mundo”.
“La luz que cambia rápidamente y los diferentes colores realmente dan la ilusión de estar bajo un cielo de cuento de hadas. ¡Aunque es un cuento de hadas bastante frío! Dijo el fotógrafo al medio Photography.
El mágico encuentro con la pequeña nerpa, que había nacido unas semanas antes, ocurrió después de unas cuantas inmersiones. “Seguro que la cría de foca se sorprendió bastante al ver a una torpe criatura desconocida muy cargada de material. Tal vez eso explique por qué se quedó conmigo durante unos 15 minutos, manteniendo la distancia pero dando círculos para ver mejor”, detalló Dmitry en su página.
En conversación con The Epoch Times, Dmitry señaló que “el Baikal tiene una gran energía, y estar en esta especie de tundra con nada más que nieve blanca y plana en kilómetros a la redonda es un verdadero ejercicio de aislamiento, y pondrá a prueba la capacidad de uno para estar en soledad. Pero, por supuesto, el encuentro con esta adorable cría de foca del Baikal fue lo mejor de todo”.
Dmitry Kokh también ha buceado en la Antártida, Noruega, el Mar Rojo, Cuba, África y el sur y sudeste de Asia. En su próxima expedición planifica ir al Ártico.