¡Comparte!
La adopción del gatito más viejo que ha llegado a un refugio en Carolina del Norte, se consideró un completo milagro. Después que una familia lo adoptó para su madre de 101 años, el refugio cree que fue una “pareja hecha desde el cielo”.
La nueva amiga del longevo gato Gus se llama Penny, una dulce anciana que “recientemente había perdido a su gato, y aunque le habían regalado un gato de peluche, no estaba contenta porque no ronroneaba”; dijo Jane Bower, directora ejecutiva de la Sociedad Protectora de Animales del condado de Catawba, a Newsweek.
Actualmente, Gus tiene unos 20 años, que serían como 140 años de un humano. Su dueño lo dejó en el refugio a mediados de septiembre de 2021 porque no podía tenerlo debido a compromisos laborales imprevistos. “Su dueño estaba desconsolado”, recordó Bower.
Después de comprobar que el estado de salud de Gus era muy bueno, la gente del refugio estaba preocupada de que terminara sus días sin un hogar amoroso.
“Obviamente cuidaríamos bien a Gus, pero vivir en un refugio no es lo ideal, especialmente a su edad”, dijo Bower a The Epoch Times.
“Aunque la Humane Society of Catawba County (HSCC) tiene un excelente personal y equipo médico, la vida en un refugio es muy diferente a vivir en un hogar y puede ser muy estresante, algo de lo que Gus era muy consciente”, añadió.
Casi al mismo tiempo, los familiares de Penny contactaron al refugio en busca de un gato de edad para su mamá. Sin embargo, no estaba seguro si era la mejor opción para Gus.
“Fuimos cautelosos debido a la edad de todas las partes, pero la familia dijo que estaba dispuesta a cuidar al gato en nombre de su madre”, señaló Bower.
Finalmente decidieron darle a ambos una oportunidad. Así que, Gus partió a su hogar definitivo para vivir en compañía de la dulce Penny. Al poco tiempo todas las dudas se disiparon al ver a los dos longevos juntos. “[Él] se ha sentido como en casa y come como un caballo”, dijo Bower.
Penny vive con su familia, y ya tenían perros, ¡pero ella simplemente necesitaba compañía adicional! Gus ahora se divierte mirando a las ardillas jugar en su patio, tiene un cálido lugar para dormir y una compañera que lo cuida amorosamente.
Esta conmovedora historia de Gus y Penny nos muestra que no importa la edad para ser feliz y tener nuevos amigos.