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¿Te imaginas dormir abrazando a tu pareja y al despertarte darte cuenta que hay un perro? Y lo peor :¡no es tu perro!
Julie y Jimmy Johnson de Tennessee compartieron el divertido momento en sus redes sociales, aparentemente la perrita de nombre Nala se refugió de una tormenta y encontró el lugar perfecto para acurrucarse como en casa.
“Creo que cuando mi esposo dejó salir a nuestros perros para que hicieran sus necesidades esa noche; antes de irnos a la cama, no cerramos la puerta completamente, ni pusimos el pasador”, dijo Julie, de 42 años, a The Epoch Times.
“Parece que cayó una tormenta sobre las 4 de la mañana y nos despertamos con Nala en la cama con nosotros”.
Julie y Jimmy son guías de rafting en el río Ocoee y están acostumbrados a la aventura, sin embargo, al encontrar a un perro en su cama el 1 de mayo, no supieron cómo reaccionar porque no conocían el temperamento del animal.
Aunque la pareja tiene 3 perros, una mezcla de pitbull y labrador puede ser bastante intimidante.
Pero durante los primeros minutos a su lado, se dieron cuenta que no había nada que temer.
“Unos instantes después, mi esposo trató de levantar las sábanas y Nala se acurrucó más”, comenta Julie. “Estaba muy tranquila, cálida y acogedora, ¡y no tenía ningún deseo de moverse!”.
La gran incógnita ahora era: ¿quién es el dueño esta perrita?
“Estaba limpia, tenía buenos modales, no tenía pulgas ni garrapatas, no estaba flaca ni tenía hambre”, dijo Julie.
La pareja decidió compartir una publicación en Facebook para encontrar a los dueños de Nala, y dos horas más tarde llegó el tan esperado mensaje.
Felecia Johnson aseguró que Nala era su perra y para comprobarlo envió una serie de fotos y enseguida salió por ella.
Al parecer ni los llamados de su dueña levantaron a Nala de la cama, ella seguía muy cómoda acostada junto a Jimmy.
“Esta pobre mujer tuvo que entrar en la casa, en mi dormitorio, donde mi esposo aún estaba en la cama”, dijo Julie.
“Nala estaba muy contenta de ver a su dueña… pero no quería levantarse. Su dueña es pequeña y Nala probablemente pesa más que ella, pero su dueña la tomó, la sostuvo como a un bebé y la sacó. Fue absolutamente hilarante y precioso”.
Los dueños de Nala agradecieron a Julie y Jimmy, y desde entonces las dos familias se reúnen de vez en cuando con sus perros para jugar.
“Creo que hemos entablado una amistad y nos llevamos muy bien”, concluyó Julie a The Epoch Times.