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Después de varios meses de recuperación, un pato con necesidades especiales tuvo una adorable reacción al experimentar la lluvia por primera vez.
El patito llamado Cheerio llegó al refugio de animales Here With Us Farm Sanctuary en South Central, Pensilvania, el 10 de septiembre de 2021, cuando apenas tenía un día de edad.
“Nuestra tienda de alimentos local nos contactó para informarnos sobre unos patitos que necesitan ayuda. (…) [A] Cheerio le falta el ojo izquierdo y tiene problemas para caminar sin caerse”, dijo Amanda Clark, encargada del refugio, a través de una publicación en Instagram.
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Cheerio nació con problemas neurológicos que le impiden ponerse de pie y caminar. Sus hermanos Trix y Mini-Wheat, que fueron rescatados el mismo día, tenían contusiones en la cabeza y problemas para caminar.
Afortunadamente, desde el primer momento, Clark se ha asegurado de que Cheerio y sus hermanos se sientan amados en el refugio, donde viven con otros 200 animales rescatados.
“Cheerio es un luchador. Tiene unas piernecitas fuertes, pero lo que sea que esté pasando neurológicamente en su cabeza, no le permite mantenerse erguido. Aunque puede comer y beber por sí mismo, le cuesta”, escribió Clark en una actualización del estado de Cheerio en Instagram.
“Por eso, cada mañana y cada tarde lo sostengo con sus cuencos y me aseguro de que reciba suficiente comida, agua y electrolitos. Sabe que en cuanto lo tomo, es hora de comer, así que busca la comida con el pico, es adorable. 🥰 Es un pequeñín feliz que se esfuerza al máximo todo el tiempo”, añadió Clark.
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Pero el esfuerzo del patito por salir adelante ha sido de gran inspiración para Clark, y ha colmado de alegría su vida.
“Cheerio ha cambiado mi vida de muchas maneras”, dijo Clark a The Dodo. “Él es tan determinado y verdaderamente una inspiración para seguir adelante, seguir intentándolo y nunca darse por vencido. Encuentra alegría incluso en las cosas pequeñas. Es simplemente un pequeño increíble”.
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Sin embargo, un momento en especial conmovió a Clark, cuando el patito estaba más fuerte y pudo disfrutar por primera vez de la lluvia.
“Fue difícil no llorar, verlo experimentar algo por primera vez que muchos patos experimentan todo el tiempo”, dijo Clark. “¡Seguía mirando la lluvia y tenía la carita más feliz!”.
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El patito miraba completamente asombrado la gotas que caían por todos lados. Y se sorprendía cuando el agua tocaba su cara. Estaba anonadado.
