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Un pequeño cachorro abandonado tuvo que mendigar comida para sobrevivir, hasta que un día se acercó a un policía a pedirle ayuda, sin tener idea que el oficial cambiaría su destino.
Stuart Little, un perrito mestizo, tuvo que vagar en las calles de Los Ángeles, California, cuando su familia se mudó y lo abandonó. Mendigaba comida todos los días para sobrevivir, hasta que a finales de septiembre el perrito se acercó a un policía a pedir algo de comer.
El oficial de inmediato se dio cuenta que el cachorro necesitaba algo más que comida. Así que llamó a Suzette Hall, fundadora del centro de rescate Logan’s Legacy Rescue, y le preguntó si tenía lugar para otro perrito.
Sin dudarlo, Suzette se subió al auto y condujo hasta donde estaba Stuart. Encontró a un cachorro muy cansado y con bajo peso.
“Cuando lo subí al auto, literalmente se subió a la consola central y se metió en mi regazo”, dijo Suzette a The Dodo. “Durmió así toda la noche”, agregó.
Suzette estaba consternada por el mal estado y abandono del perrito.
“Piel y huesos y tan pequeños. Este dulce bebé vivía en un área sin hogar, no le estaban dando de comer. Y un increíble oficial de policía pudo sacarlo de allí”, aseguró , escribió Suzette en una publicación en Instagram.
“Él es tan pequeño como tal vez 5 libras. Se usó un cordón como correa. Lo tenemos a salvo y se acurrucó en mi regazo. Agotado, hambriento. Pero él está a salvo para siempre. Esta noche tendrá la barriga llena. Y las mejores noches de sueño que ha tenido”
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Una nueva vida
Al día siguiente de su rescate, el veterinario revisó a Stuart Little y no le encontró enfermedades graves; pero confirmó su bajo peso y que estaba plagado de pulgas. El pequeño cachorro necesitaba un buen baño de desinfección y un plan de comidas nutritivo.
Después de haber vagado por algunos meses en las calles, Stuart pasó unos días en el refugio. A los pocos días, una mujer llamada Lia Engs se enamoró de él apenas lo vio y lo llevó a casa.
¡Ahora Stuart es el perro más mimado!
Muchos de los perritos que vagan por las calles son descartados por sus dueños; si tan solo los llevaran a un refugio, les darían la oportunidad que alguien más los adopte y les de todo el cariño y atención que necesitan.