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Aunque Miles es un pequeño perro salchicha, su vocación innata es la de ser el vigía de la familia. Como este cachorro encontró su propósito en la vida, sus dueños decidieron apoyarlo.
Jenna Johnson, una residente de Oregón, de 38 años, es asistente de un agente de seguros médicos, y conoció a Miles al día siguiente de su nacimiento, en noviembre de 2019. Fue amor a primera vista, y desde que lo llevó a su casa, Jenna y Miles han estado muy unidos.
Desde que el cachorro empezó a crecer, Jenna pasaba mucho tiempo jugando con él. Pero con el paso del tiempo notó que su perrito siempre estaba particularmente “muy alerta” y se quedaba junto a la puerta del patio trasero vigilando la calle. “Cada vez que notaba movimiento, ladraba y corría para que lo revisara con él”, dijo Jenna a The Epoch Times.
Así que Jenna siempre tenía que dejar sus actividades para ver qué le mostraba Miles.
“Una vez que me di cuenta de lo que estaba tratando de decirme, y de que este comportamiento no era una casualidad, sino algo que le interesaba de verdad, me pareció reconfortante que hubiera encontrado su propósito y que fuera a hacer este trabajo pase lo que pase”, añadió Jenna.
Además el pequeño salchicha también era muy ágil usando rampas para subir y bajar de la cama, el sofá y las sillas de la familia, así que Jenna pensó por qué no construir algo para “ayudarle a elevar sus funciones de perro guardián”.
Puesto de Centinela
Cuando le comentó a su esposo y a su suegro la idea de hacer una rampa para Miles, al principio se rieron y bromearon… pero pronto comenzó la lluvia de ideas.
La prioridad era construir algo seguro, y se preguntaban si Miles intentaría saltar desde la estructura.
“Mi suegro se encargó de buscar algunas maderas de repuesto que teníamos por la casa, y corrió a una ferretería para conseguir los soportes”, dijo Jenna.
Para mayor seguridad del perrito, colocaron una malla de plástico rígida a modo de barandilla, unas maderas atravesadas y pintadas para que Miles no se deslizara al bajar. ¡Y listo! Miles ya podía poner a prueba su pasarela a medida.
Lo primero que hicieron fue poner a Miles sobre la rampa para ver su reacción. Tras un par de tímidos pasos, el pequeño perro salchicha se dio cuenta de lo mucho que podía ver.
“Con tan solo un par de golosinas y un montón de ‘quién es un buen chico’, llegó hasta la cima”, afirmó Jenna.
El segundo paso fue el de escuela canina. “Para ponerlo a prueba y ver si podía confiar en que tuviera algo de autoconservación, se desplegaron varios trucos para ver si saltaba desde la cima. Si mostraba interés, entonces o ahora, en intentar saltar desde ella, lo bajábamos y no se le permitía volver a subir”.
A Miles le encantó, y desde entonces la rampa personalizada cambió su perspectiva.
Jenna tomó unos videos, que originalmente compartió en Instagram y TikTok para sus amigos y familiares. Pero “el mundo ha decidido que también es su perro”, dijo Jenna y agregó: “Ha sido un honor compartirlo con el mundo y saber que tanta gente se preocupa por él”.
(Cortesía de @baddogmiles)
Los videos de Miles en las redes también transformaron la vida de su dueña…. y así lo expresó: “Una de las mayores alegrías de mi vida en los últimos tiempos es poder compartir el amor de Miles con todo el mundo, y demostrar que, independientemente de su tamaño, mientras tengas a alguien que crea en ti, puedes hacerlo. (…) Es increíble ver una personalidad tan grande en un cuerpo tan pequeño”.