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El amor de madre puede curar todas las heridas, ¿no crees? Y en el reino animal el instinto materno también es tan sabio como para dar cobijo y protección a quién más lo necesita, como esta yegua que adoptó a un potro huérfano y lo crió como suyo.
El destino unió los corazones de dos equinos en el momento justo. Todo sucedió cuando una yegua de los Países Bajos perdió a su cría y al mismo tiempo un potrillo de una granja vecina perdió a su madre.
Iris Pinkster y Sanne Kolman son las dueñas de Citty Z, una yegua que perdió a su potrillo. Era su primera cría y el pequeño murió al nacer.
“Nuestra yegua perdió a su primer potro”, explicaron las mujeres durante una entrevista con Newsweek. Como estaba muy confundida y aún tenía leche, pensaron que sería bueno ofrecerla como madre adoptiva.
Iris y Sanne publicaron la historia en Facebook y enseguida recibieron el llamado de una granja vecina que necesitaba una yegua “de inmediato”.
Un potro había perdido a su madre y estaba muy desanimado, por lo que necesitaba una mamá que se hiciera cargo.
Cuando el pequeño equino llegó a la granja, todo salió mejor de lo esperado, porque hay un riesgo alto de que una yegua no acepte a una cría ajena.
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“Afortunadamente, Citty aceptó a su nuevo bebé de inmediato. ¡Se enamoraron desde el principio!”, declararon las amigas, asegurando que la pareja se ama como si fueran madre e hijo.
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En una actualización de Instagram, las dueñas de Citty publicaron las buenas noticias:
“Me resulta muy reconfortante ver que después de la tristeza de la semana pasada, pudo surgir de nuevo algo tan bonito🥰 ¡Citty está orgullosa como un pavo real de su hijo adoptivo y se siente mucho mejor consigo misma! El nuevo bebé también está muy bien y hoy pudieron salir juntos por primera vez😍😍”.
Según sus cuidadoras, el potro, que solo “necesitaba algo de comida extra y mucho amor”, en solo cinco días se convirtió en un caballito sano y feliz.