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Un singular dálmata con la nariz en forma de corazón ha demostrado su amor incondicional al ayudar a su dueño con autismo. ¡Su nariz podría ser un signo más de su gran corazón!
Rorschach, de cuatro años, llegó en diciembre de 2018 a la familia Brisbane, de Australia, cuando apenas era un cachorrito recién nacido. La mamá Joanne quería un perrito en casa, en especial para su esposo Rick.
“Envié un correo electrónico a un criador para preguntarle si tenía algún cachorro disponible”, dijo Joanne Brisbane, madre de dos hijos que trabaja en una tienda minorista, a The Epoch Times.
“Le quedaba uno, pero dijo que tal vez no lo iban a criar [para exhibición] si sus manchas o parches se forman juntos, porque no son convenientes para los perros de exposición”, añadió Joanne. “Pensé que cuantas más manchas mejor, así que me envió una foto de él y fue cuando noté que la mancha de su nariz tenía forma de corazón”.
Cuando el perrito llegó a casa, todos quedaron cautivados. “Nos enamoramos instantáneamente de la forma de corazón de su nariz”.
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Un perro de asistencia
A su hijo Ethan, de 12 años, le diagnosticaron autismo a la edad de 4 años y un año después Joanne descubrió que la fundación Assistance Dogs Australia estaba realizando talleres para demostrar cómo los perros pueden ser de gran ayuda para los niños con autismo.
Joanne asistió a varias sesiones y supo que un perro realmente podría ayudar a su hijo. Así que la fundación le asignó a un labrador negro hembra llamada Bella e, increíblemente, a las dos semanas de tenerla, Ethan pasó de ser no verbal a verbal.
“Bella ayudó con el autismo de Ethan porque tiene problemas sensoriales con cosas como el ruido en los centros comerciales; lo ayudaba a mantenerse calmado y podía saber cuándo mostraba signos de ansiedad”.
Desafortunadamente, al poco tiempo Bella tuvo problemas de salud y la retiraron como perro de servicio de Ethan. En ese momento el pequeño Rorschach entró al rescate.
Cuando Rorschach llegó a la familia, Joanne preguntó al equipo Assistance Dogs si el temperamento del perrito era adecuado para convertirse en un perro de asistencia.
“Terminó siendo perfecto y comenzó a entrenarse como su primer no labrador o golden retriever. Todos estábamos emocionados de verlo crecer”, dijo Joanne.
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Rorschach, llegó a las etapas avanzadas de su entrenamiento en diciembre del 2019. Luego estuvo entrenando en centros comerciales y en una prisión, con algunas pausas por la pandemia. Rorschach se convirtió en el primero de su clase en ser entrenado por una organización benéfica de perros de asistencia australiana.
“Definitivamente tiene un gran corazón por fuera pero también por dentro”, dijo Joanne. “Me gusta lo amable que es, incluso nuestro gato lo intimida porque es demasiado dulce”.