Share This Article
El tráfico de animales es una gran amenaza a la que se enfrentan los chimpancés y muchos otros animales silvestre en la República Democrática del Congo. Un bebé chimpancé traumatizado después de su captura, fue liberado por un grupo de personas y su reacción es conmovedora.
El 3 de marzo, un bebé chimpancé llamado Kailo de año y medio o dos años, fue hallado en manos de unos cazadores furtivos que al parecer mataron a la madre, para venderlo en un comercio ilegal de animales silvestres.
“Para conseguir un primate bebé, los cazadores furtivos deben matar a sus madres, ya que protegerán a sus bebés hasta la muerte”, dijo Lwiro Primates en una publicación de Facebook. “Los primates rescatados, así, llegan traumatizados y debido al maltrato en cautiverio durante el tiempo con el cazador furtivo, también llegan en mal estado de salud”.
Los guardabosques trasladaron a Kialo al Centro de Rehabilitación de Primates Lwiro, y Itsaso Vélez del Burgo Guinea, la directora técnica del refugio, fue la primera en recibirlo.
Al salir de la caja de transporte, Kialo a los brazos de su rescatista, como si supiera que estaba ahí para ayudarlo.
Crédito del video: Lwiro Primates
“Realmente necesitaba sentir la seguridad y la protección”, dijo Itsaso. “Sin conocerme, simplemente saltó sobre mi brazo con la esperanza de que lo cuidara”.
Una especie en peligro
Los chimpancés y otros grandes simios son capturados para lucrar con ellos. Pese a la protección de leyes nacionales e internacionales, siguen traficando con muchísimos ejemplares.
“El tráfico de grandes simios es un negocio muy rentable”, dijo Itsaso. “Los expertos estiman de manera conservadora que al menos 3.000 grandes simios se pierden por el tráfico cada año, de los cuales aproximadamente dos tercios son chimpancés. Trágicamente, las cifras reales probablemente sean mucho más altas”.
Después de arrebatarlos de sus familias, los chimpancés son terriblemente maltratados, en Lwiro se encargan de rehabilitarlos y brindarles todo el amor que necesitan para poder ser unos animales con una vida normal.
Lwiro alberga a 112 chimpancés y 109 monos de 16 especies diferentes, además de loros, tortugas y un puercoespín. Tristemente todos estos animales han sido víctimas de la caza furtiva y del comercio de mascotas.
Un futuro prometedor
Cuando Kailo llegó a Lwiro, estaba temblando de miedo, sin embargo poco a poco ha ido tomando más confianza, actualmente juega y ríe y está probando muchos alimentos que le gustan.
En su perfil de Facebook, el refugio dijo que Kailo tiene parásitos intestinales que ya están tratando y el pequeño chimpancé tiene un futuro prometedor.
Dentro de su proceso de rehabilitación, Kailo tiene que pasar un periodo de cuarentena para posteriormente convivir con el resto de chimpancés en el refugio.
“Aquí es cuando comienza la verdadera rehabilitación, ya que no hay mejor compañía para un chimpancé que otro chimpancé”, dijo Itsaso.
“Poco a poco dependerá cada vez menos del cuidado humano, y vivirá una vida plena rodeado de otros chimpancés”.