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Los bomberos de Alaska recibieron una inusual solicitud el domingo pasado sobre un rescate de un enorme alce que quedó atrapado en el sótano de una casa, y se pusieron en marcha de inmediato.
Los funcionarios del centro de rescate de animales silvestres Alaska Wildlife Troopers contactaron a los bomberos para ayudar en los esfuerzos para sacar a un alce que había quedado atrapado en una casa en Soldotna, a unos 240 kilómetros (150 millas) al suroeste de Anchorage.
El alce, que se estima que tiene un año de edad y pesa al menos 225 kilogramos (500 libras), estaba buscando hierba debajo de la nieve junto a una casa, y cayó accidentalmente al sótano.
“Parece que el alce había estado tratando de comer algo de vegetación junto al pozo de la ventana del sótano y cayó dentro, y luego cayó al sótano a través del vidrio”, dijo el Capitán Josh Thompson, del Servicio Central de Emergencia en la península de Kenai, a AP.
El alce estaba asustado e intentaba salir desesperadamente del lugar, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Un biólogo del Departamento de Caza y Pesca de Alaska sedó al alce, mientras los bomberos se preparaban para sacarlo de manera segura del lugar.
Cuando el alce estaba listo para salir, los bomberos improvisaron con una lona que se usa para pacientes humanos grandes. Luego, seis hombres los trasladaron a través de la casa hasta el exterior, donde el biólogo trató algunas laceraciones menores que sufrió el alce al caer por la ventana, y le aplicaron un anulador del tranquilizante.
En el momento en que desapareció el efecto del sedante, el alce regresó a la naturaleza, ante la mirada de sus rescatistas.
“Se levantó y se fue”, concluyó Thompson.