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Un intrépido búho de Florida decidió que era hora de abandonar su madriguera y salir a conocer el mundo, pero para hacerlo se escabulló nada menos que en uno de los cruceros más grandes del mundo y fue primicia de alta mar.
El pequeño polizón se tomó dos semanas de vacaciones en el Caribe a bordo del crucero Symphony of the Seas de Royal Caribbean International y paseó por varios sectores de la gran embarcación.
Según publicó la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida (FWC) en su página de Facebook, UMyFWC Florida Fish and Wildlife, el búho o lechuza de madriguera se habría subido al barco mientras éste estaba atracado en Florida esperando que subieran los pasajeros y se quedó allí hasta su regreso al puerto, un total de 2 semanas.
Los turistas vieron a la pequeña ave volar por diferentes sectores del crucero, reposar en los balcones de las habitaciones, camuflarse entre las jardineras y también la vieron acurrucada en las señales de salidas de emergencia.
Pero la travesía de este viajero emplumado llegaría a su fin ni bien el barco regresara a Florida donde ya la estaba esperando el biólogo Ricardo Zambrano y su equipo de la FWC.
Lo que no sabían es que la diminuta ave los haría correr por todo el barco, haciendo de su rescate una misión casi imposible.
(Cortesía de MyFWC.com)
“Con la ayuda de algunos miembros de la tripulación, Ricardo colocó redes de niebla alrededor de la percha elegida por el búho, las señales de salida junto a la puerta. Dos intentos fallidos después, el búho estaba sentado en el balcón de un camarote del décimo piso”, publicó la FWC.
Los rescatistas tenían solo una hora entre que los turistas desmarcaban y subían nuevos pasajeros rumbo a México. Contrarreloj, persiguieron al pequeño bandido sin éxito, hasta que finalmente lograron atraparlo acudiendo a un cañón de red.
“Estaba cansado de las trampas y se nos echó encima”, dijo Ricardo a The Washington Post, explicando que la red fue el “último recurso” porque no querían herir al búho.
Finalmente el búho, que según bromeó la FWC “no tenía nada que reclamar a la aduana”, llegó a tierra firme en una caja para transportar animales y quedó al resguardo del South Florida Wildlife Center donde lo cuidaron y alimentaron.
Posteriormente fue trasladado al Center’s Project Perch in Daviey en Florida quienes se encargaron de liberarlo para reincorparlo a su hábitat natural.
Por fortuna el rescate fue exitoso, ya que las lechuzas de madrigueras necesitan alimentarse de insectos, pequeños reptiles, aves, ranas y roedores, muchos de los cuales no podrían haberse cazado a bordo.
Estas lechuzas, que son la especie más pequeña de Florida, viven en zonas sombreadas volando entre los árboles y bajando a sus madrigueras.
Según la FWC, hay que cuidarlas y preservar su hábitat porque ya están consideradas en peligro de extinción.