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Como si se tratara de una planta, este bulldog jardinero adora acostarse de la manera más curiosa en los agujeros que sus dueños hace en el jardín.
Grant y Caitlin son una pareja de Alabama, en el 2021 adoptaron a un “cachorro pandémico” y lo llamaron Franklin, esto después de perder a su primer bulldog en 2019.
Según Caitlin, bióloga marina que trabaja como científica en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, descubrieron la actividad favorita de su perro de una manera muy curiosa.
“Unos meses después de que Franklin viniera a vivir con nosotros, estábamos cavando una zanja para colocar un nuevo sistema de drenaje para los canalones”, dijo Caitlin a The Epoch Times.
“Bajó de un salto y se acurrucó en la zanja del tamaño perfecto de un bulldog. Estaba feliz como una lombriz y no quería salir; lo sacábamos de allí y volvía a meterse”, añadió Caitlin.
La actividad en su jardín ha estado en constante movimiento, muchos nuevos agujeros y zanjas se crean constantemente para plantas y también para Franklin.
El bulldog adora meterse a los agujeros y quedarse ahí acostado durante un largo rato, y se niega a salir por más que se lo ordenan sus humanos.
(Cortesía de Franklin the Bulldog via Caitlin)
Un adorable influencer
Actualmente Franklin tiene casi dos años y sus humanos le crearon una cuenta de Instagram para compartir sus travesuras, donde tiene más de 25 mil seguidores.
“Él es simplemente la bolita de pelo más linda y divertida”, dijo Caitlin para The Dodo. “Su personalidad es enorme”.
Caitlin trabaja desde casa y hace todas sus actividades junto a Franklin, él ama las clases de cerámica, mecerse en el columpio y hacer hoyos en el jardín.
Después de pasar todo el día junto a Caitlin, al bulldog le gusta acurrucarse en el sofá con Grant por la noche.
“Le encanta la atención… Siempre decimos que Franklin tiene demasiada personalidad para un empaque tan pequeño”, añadió Caitlin. “Es muy expresivo y no hay que confundir lo que piensa o lo que quiere. Bromeo diciendo que es un monstruo por su picardía”.
Puede que Franklin disfrute de la sensación de frescura en los agujeros, puede que piense que es parte de u trabajo como jardinero o simplemente piensa que es una bella orquídea.
¡Quizás florezca un día!