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Después de un divorcio difícil, una mujer amante de los gatos decidió adoptar tantos que seguramente ya superó cualquier récord.
Lynea Lattanzio de 74 años de edad, vive en la ciudad de Parlier, California, rodeada de aproximadamente 1100 gatos a quienes rescata, cuida y les brinda hogar hasta que encuentran uno definitivo.
Lynea comenzó con su sueño a principios de la década de los 90’s vendiendo su anillo de bodas de diamantes de dos quilates y su Mercedes modelo 1973, para abrir un refugio para gatos en su casa.
Actualmente vive con 700 gatos, cuenta con 45 voluntarios de tiempo completo, y factura millones de dólares por mantenimiento al año.
‘The Cat House on The Kings’, como se llama su refugio, ha salvado a más de 30.000 gatos y 7100 perros. Además de los 56 mil animales que ha esterilizado y castrado.
Aunque el refugio está enfocado en gatos, también tienen una docena de perros y pavos reales.
“Tengo que decir que estoy en la parte superior de la lista de mujeres excéntricas y locas por los gatos”, dijo Lynea a Barcroft TV.
En 1981 Lynea se divorció y se mudó a un lugar tranquilo, cerca de un río. Se encontraba sola en una parcela de 6 acres, según Metro.
Un día su padre le pidió ayuda para encontrar unos nuevos gatos debido a que los suyos habían muerto por vejez. Lynea fue al refugio con la misión de encontrar dos gatos para su padre, sin embargo, no se pudo resistir y regresó con 15 gatos.
Para finales de año ya había rescatado 96 gatos y al mismo tiempo encontró una vocación. Todo el espacio en su casa comenzó a llenarse de gatitos de la calle.
“Cuando comencé este esfuerzo, fue de mi propio bolsillo durante siete años”, dijo Lynea a Barcroft TV.
Pero en 2004, una persona dadivosa heredó a Lynea su patrimonio, y gracias a ello, pudo expandir su terreno y ahora el refugio tiene un total de 12 acres.
Los gatos pueden pasear libremente por todo el terreno, ya que está protegido con cercas para gatos. Lynea no quiere jaulas en el refugio.
Con el tiempo, ‘The Cat House on The Kings’ cambió y dejó de ser solamente un refugio. Ahora cuenta con un hospital con una UCI, el cual es visitado por un veterinario una vez por semana. Además esterilizan a gatitos del área a un bajo costo.
Como si fuera poco, Lynea se capacitó y se convirtió en técnica veterinaria quirúrgica para poder atender a los animales que lo necesiten y ahorrar un poco en gastos médicos.
El refugio tiene todo lo necesario para los felinos que van llegando. Los vecinos incluso ayudan los fines de semana y aseguran que el lugar esté limpio y no haya mal olor.