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Un artista puede encontrar inspiración en diversas cosas, y la manifestación de su arte está relacionada directamente con su corazón, con la forma en que ve al mundo. Una abnegada fotógrafa encontró su fuente de inspiración en unos majestuosos caballos que evocan los de cuentos de hadas.
Lina Kronholm es una fotógrafa Sueca de 23 años, sus modelos favoritos para capturar son los caballos islandeses. Ella considera que cada caballo es único y merece ser inmortalizado.
El caballo islandés es muy especial, su linaje se remonta a más de mil años, según la historia vikinga y es una de las razas de caballos más antiguas del mundo.
“También es una de las más puras, porque la raza ha estado aislada en la isla durante más de 1000 años”. dijo Lina a The Epoch Times.
“Los primeros caballos fueron traídos a la isla por los vikingos y desde entonces no se han traído nuevos caballos a la isla. Cuando los vikingos llegaron por primera vez a Islandia , solo podían traer un número limitado de caballos. Por lo tanto, solo los mejores caballos fueron traídos a la isla”.
Actualmente es ilegal importar caballos a Islandia y una vez que un caballo sale del país, nunca más puede regresar. A través de esta ley tienen a los caballos libres de enfermedades y sanos.
El caballo Islandés mide unos 135 centímetros en promedio y aunque es un caballo pequeño, es muy fuerte y se adaptó a las condiciones meteorológicas de Islandia.
Amor por los caballos
El amor de Lina por los caballos surgió en su viaje a Islandia para viajar con ellos, ha pasado los últimos veranos en este país trabajando con ellos y en casa tiene a su propia yegua llamada Àstriða de Kristineberg.
“Pude montarlos en largas caminatas a través de playas, ríos, montañas, ciudades y todo esto con una gran manada de caballos siguiéndonos”, dijo.
“Verlos en el entorno de su hogar, cómo manejan todos los diferentes elementos y terrenos, fue increíble”.
“Pueden parecer bastante pequeños y lindos, lo que definitivamente son, como un pony, pero poseen una gran fuerza, una determinación increíble y una naturaleza muy amorosa”.
Lina tuvo su primera cámara a los 14 años, un regalo de sus padres, que llevaba a todas partes mientras montaba para practicar.
“Empecé a tomar fotografías de amigos y sus caballos, y me di cuenta de que realmente lo disfrutaba”, dijo.
Trabajar con animales no es cosa sencilla, requiere de mucha paciencia y práctica.
“El caballo no entiende lo que estás tratando de lograr y, por lo tanto, es muy importante estar siempre listo para capturar la foto cuando todo finalmente haga clic”, dijo.
Lina disfruta de tomar fotografías a las personas junto a sus caballos, de capturar la conexión que tienen a través de una inolvidable imagen. También la belleza de los caballos en libertad, en la magnífica naturaleza de Islandia.
Con el gran acervo fotográfico que tiene, realiza un calendario cada año que es todo un éxito.
Lina viaja a cualquier país en donde soliciten su servicio para fotografiar caballos, sin embargo, los caballos islandeses siempre serán los más especiales.
“Islandia es conocida por ser un país hermoso y eso es muy cierto”, dijo. “He estado en Islandia varias veces y no veo la hora de volver.”