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Durante las recientes lluvias torrenciales en Brasil que causaron causaron grandes estragos y pérdidas materiales al nordeste del país, una mujer hizo lo imposible por salvar a sus animalitos.
Mary Rosa, una cantante que vive en la rivera del río Capibaribe, en el barrio Várzea, en Recife, Brasil, es amante de los animales. Rescató gradualmente a 12 gatos y 2 perros, y los cuida en su casa de campo.
Cortesía de MaryRosa
El pasado 28 de mayo, después de las fuertes lluvias que se presentaron en su ciudad, Mary Rosa despertó con el sonido del agua entrando a su casa.
El agua rápidamente alcanzó los cinco metros de altura, y ella pensó que moriría. Entró en desesperación y se vio obligada a huir de su casa.
Afortunadamente, con la ayuda de su esposo salió nadando hacia un lugar seguro.
“Si hubiera estado sola, tal vez no seguiría viva”, dijo Mary Rosa.
A pesar de estar a salvo, Mary Rosa no estuvo tranquila, al ver que sus mascotas se habían quedado atrapadas.
“¡Mis perros sacaron las patas por la ventana y no encontraron piso! Estaban aullando, desesperados. Cuando mi esposo me llevó nadando al otro extremo [una casa vecina con salida a la avenida principal del barrio], la corriente hizo una especie de remolino. El miedo era ser arrastrado por el río”, dijo a UOL noticias.
Mary pensó que debía regresar a ayudar a sus animalitos.
“Pensé que iban a ser arrastrados por la corriente, pero nadaron justo después de que salimos de la casa por la parte de atrás y se quedaron en una barrera esperando ser rescatados”.
A las 11 de la noche, logró rescatar a sus cachorros Bolt y Branquinha junto con sus 12 gatitos a los cuales colocó en un recipiente donde guarda comida para que pudieran flotar.
Los llevó a una zona alta de su vecindario para mantenerlos a salvo mientras ella y su esposo intentaban salvar algunas de sus pertenencias.
Desafortunadamente perdieron todos sus bienes, entre ellos todos los instrumentos musicales de los que ella depende para poder trabajar.
“La pérdida es de más de R$ 10 mil [aprox. 2000 dólares]. Y todo lo que teníamos aquí fue el resultado de nuestro esfuerzo. Nadie nos ayudó en nada”, dijo María, entre lágrimas.
“Estaba triste por mis cosas perdidas. Pero estaría mucho más triste si viera a todos mis perros y gatos llevados por el río. Desde aquí vimos animales que pasaban flotando, llevados por la corriente, algunos muertos, entre perros, caballos y cerdos. Escenas que nunca olvidaré”.
“¡Todavía no puedo sonreír, pero estoy viva, al lado de mi esposo y mis animales! Pronto, con fe en Dios y la ayuda de mis amigos y familiares, espero poder dar la vuelta”, dijo.