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Un cordero se divierte saltando y jugando con la manada de perros de la granja donde vive.
Rolo, es un corderito de una año de edad que fue rescatado por Flavia, una joven residente de una granja de Sana Anita, en Entre Ríos, Argentina.
Flavia ha sido rescatista de perros y gatos durante los últimos años, y cuando recibió una llamada de un cordero recién nacido que necesitaba ayuda no dudó ni un momento en recibirlo.
“Lo trajimos, lo envolvimos en frazadas, los pusimos delante de la estufa. Teníamos que obligarlo a tomar leche, de a poquito porque él no quería, no tenía fuerzas”, dijo Flavia en una publicación en TikTok.
Según Flavia, la madre de Rolo sí lo quería pero era una oveja viejita, y no tenía leche para criarlo. Cuando la joven lo recibió, el corderito estaba muy débil y no tenía fuerzas ni siquiera para pararse.
Entonces, Flavia empezó a alimentarlo con leche formulada y el corderito empezó a recobrar la fuerzas. Un día se levantó y empezó a andar.
Sin embargo, después de dos o tres semanas, la leche le empezó a caer mal a Rolo.
“La pasó muy pero muy mal (…) tenía cólicos, se revolcaba en el suelo con las patas para arriba de dolor. En ese momento pensé que se iba a morir, la pasé muy mal, pasé varias noches al lado de él”, añadió Flavia.
Flavia le cambió la leche y Rolo mejoró rápidamente, y empezó a crecer cada día más y más fuerte, al lado de los otros perros rescatados.
Pero al pasar tanto tiempo tan cerca de la manada de perros, Rolo fue desarrollando una personalidad extrovertida y juguetona. Además, según su dueña, es un cordero muy amoroso.
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Reacción viral
Un día, Flavia decidió compartir unos videos de la divertida interacción de Rolo con los otros perros, que captaron la atención de los internautas y se hicieron virales rápidamente.
“Jamás hubiera imaginado que un video de mi gordo jugando con sus ‘hermanos perrunos’ iba a ser viral, así que estoy de corazón muy agradecida de la gente que ha enviado su cariño”, dijo Flavia.
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Además, la joven aclaró que Rolo es su preciada mascota y su intención es cuidarlo hasta que pueda hacerlo.
“Quiero decirles que no me voy a comer a Rolo, algunos me han puesto que seguro al final del año me lo como, para las fiestas. No. No le salvé la vida para comérmelo después”, comentó Flavia.
Así que todos podrán estar tranquilos de que Rolo seguirá jugando con los otros perritos, e inspirando a la gente a ayudar a animalitos como él, que recibió la ayuda que necesitaba en el momento oportuno.