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En las últimas semanas de la primavera de este año, el zoológico de Viena, en Alemania, tuvo la fortuna de recibir a un grupo de crías del pingüino penacho amarillo del norte, en peligro de extinción.
Los funcionarios del zoológico vieron nacer a seis adorables polluelos de pingüino, a los que se han dedicado a cuidar con mucho esmero, aunando a los esfuerzos para preservar la especie.
“Ya pesan alrededor de un kilo y medio. Nuestros cuidadores se encargan de que ganen peso para que las crías puedan desarrollarse de forma saludable”, aseguró Stephan Hering-Hagenbeck, el director del zoológico, en un comunicado de prensa.
“Los polluelos aún están vestidos con ropa oscura, que no repele el agua. Por lo tanto, su recinto no tiene acceso a la cuenca de agua”, añadió.
Para asegurar que las crías crezcan saludables, los funcionarios las alimentan con pescado dos veces al día y controlan constantemente su peso. Cada polluelo llega a comer hasta 20 arenques y espadines pequeños al día.
Se espera que en las próximas semanas los polluelos estén listos para adentrarse en el agua.
“Cuando completen su primera muda intentarán nadar. Luego se reunirán con el grupo, porque en la naturaleza también viven juntos en grandes colonias de cría”, añadió Hering-Hagenbeck.
Desde hace unos días, los visitantes del zoológico de Viena ya pueden ver a las adorables crías en el “jardín de infancia” del Polarium.
Una especie en vía de extinción
Los pingüinos penacho amarillo del norte que habitan las islas sub-antárticas y extremo sur de Sudamérica. Tienen cuerpo y aletas de color negro, el vientre blanco, cresta de plumas “punk” sobre la cabeza.
Estos animalitos suelen formar enormes colonias (a veces de cientos de miles) durante la temporada reproductiva, y viven unos 10 años en estado salvaje.
Ahora se encuentran en grave peligro de extinción debido a la sobrepesca y la contaminación ambiental.