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Un pobre perrito que fue arrojado por sus dueños a un río, volvió a nacer gracias un buen hombre que notó su presencia y decidió actuar.
El pasado 19 de Julio un hombre se encontraba trabajando en un puente de Nueva York, Estados Unidos, cuando notó que algo se movía en el agua. Al acercarse un poco más observó con horror a un pobre perrito muerto de miedo nadando en el río Harlem, que atraviesa la ciudad.
Como es una zona industrial, el río se encuentra canalizado por altas paredes de hormigón que le impedían al perrito salir del agua. Por suerte, el can, de tamaño grande, blanco con manchas café y raza mestiza, pudo subir a una parte de la estructura del puente que estaba medio sumergida en el agua. Sin embargo, seguía atrapado y había que salvarlo cuanto antes.
Al ver al perrito en apuros, el buen hombre decidió acercarse y tratar de rescatarlo. Debido al gran shock que acababa de sufrir el pobre animal, no permitía que el hombre se le acercara y le ladraba. Pensaba que le podría lastimar.
Su confianza en los humanos se había roto. Pero el hombre, que publicó todo el proceso en su cuenta de Instagram, llamó a sus amigos del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York (FDNY), para que ayudaran a rescatar al peludito.
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Complicado rescate
Según el hombre, los bomberos tan solo se demoraron cuatro minutos en aparecer con su lancha al rescate, y a pesar de que el perrito estaba sobre la estructura semi sumergida del puente, no era fácil rescatarlo. El pequeño todavía estaba muy asustado y pensaba que los bomberos también querían hacerle daño.
El equipo de bomberos se tomó su tiempo para ganarse su confianza con paciencia hasta que pudieron acercarse. Finalmente amarraron una cuerda en el cuello del animal y lo subieron a la lancha.
“Sin la rápida respuesta tanto de los civiles como de los miembros del FDNY, el resultado de este animal podría haber sido muy diferente”, publicó la FDNY en su Instagram.
Los comentarios de los internautas no se hicieron esperar. Algunos manifestaron la indignación por la crueldad de arrojarlo al río y mucho declararon su deseo de adoptar al pobre perrito. De esta manera, gracias al gran corazón de todas estas personas que vieron la noticia, es muy probable que el peludito ya se encuentre a salvo con una nueva familia.