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Un golden retriever aprendió un truco para hacer que las personas que pasan frente a su casa se acerquen a jugar con él. Desde hace años.
Riley, de 9 años, vive con su dueña Wendy en California, y lleva haciendo el mismo truco desde hace mucho tiempo. Le encanta conocer gente, así que se “para” en la pared del patrio trasero de su casa y dejar caer una pelota o un juguete a la calle para llamar la atención.
Los transeúntes no pueden resistirse a tanta ternura, y suelen acercarse para ayudar a Riley. De esta manera, el perrito ha hecho grandes amigos, que regresan a saludarlo.
Wendy dijo a The Epoch Times que Riley también puede percibir cuando alguien no se siente muy bien. “A menudo, la gente que vuelve a casa después del trabajo se detiene para acariciarlo, y si han tenido un mal día, comentan lo mucho que significa para ellos poder pasar unos momentos con él”.
“Es como un perro de terapia colgado en la pared para que la gente venga. Sabe cuándo una persona no se siente bien. Simplemente lo sabe”, añadió Wendy al medio.
“Cuando ve a la gente caminando por la calle desde lejos, se emociona, mueve la cola y empieza a ladrar. Es algo que lo hace feliz”.
(Cortesía de It’s Riley’s world)
Riley empezó a colgarse de la pared del patio cuando era un bebé. Wendy lo encontró en un centro de rescate cuando apenas era un cachorro de 10 semanas, y desde el primer momento notó que era un perrito muy especial.
“No es un golden retriever normal. No tenía mucha energía cuando era un cachorro; no ladraba mucho, solo quería hacer lo suyo, eso era todo”, dijo Wendy. “No le gusta nadar, lo cual no es típico de los golden. Es su propia personalidad, solo quiere relajarse. Pero le encanta la gente, especialmente los niños”.
En ese momento, había otro golden retriever en casa que le encantaba pararse en el muro, y Riley quiso probar él mismo, y le encantó.
Reacción viral
Un día, mientras Riley hacía su truco apareció un equipo de rodaje de películas. Al ver al simpático perrito, se acercaron a tomarse algunas fotos con él. Y Wendy salió a ver.
“Todo el equipo y todos se acercaban y se tomaban selfies con él”, recuerda Wendy. “Yo siempre estaba en el otro lado, así que nunca veía lo que los demás veían desde la calle. Sabía que siempre tenía una pelota en la boca y que la gente siempre pasaba por allí para jugar con él”.
Uno de ellos compartió un video en Twitter que se hizo viral rápidamente, y Riley se convirtió en una superestrella en Internet.
Wendy creó una cuenta de su perrito en Instagram, donde comparte las más divertidas imágenes.
“La gente incluso empezó a venir solo a visitarlo. La gente vuela a California y lo primero que quiere hacer es ir a conocer a Riley”.