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Un adorable perrito se hizo viral en las redes sociales por interpretar canciones junto a su dueña al ritmo del piano, dando siempre en la nota correcta. ¡Conoce su historia!
Korsy, de 5 años de edad, fue rescatado por una amiga de Anahí, la dueña del perrito.
La mujer lo encontró atado a un poste con una bolsa de comida para perros y una taza de agua, el 6 de septiembre de 2016, y lo llevó al trabajo.
Anahí, de Córdoba, Argentina, decidió hacerse cargo de él. “Como vi que nadie se lo llevaba, me enamoré automáticamente de él”, dijo Anahí en un video publicado en Youtube.
La joven, una cantante lírica que perteneciente a una familia de músicos académicos clásicos, lo llevo a casa. Después de pensar en varios nombres, finalmente decidió llamarlo Kórsakov, en honor al antiguo compositor de música clásica, pero luego lo redujo a Korsy.
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Mientras fue creciendo, Anahí comenzó a descubrir que Korsy no era un perro como cualquier otro. Tenía unos rasgos de inteligencia bastante notorios.
“Por ejemplo, sabía buscar sus juguetes, salía a buscar ciertos juguetes o ciertas pelotas”, dijo su dueña. “Decidimos entrenarlo con tutoriales que veíamos en YouTube, de cómo podía hacer trucos básicos como sentarse, dar la pata, ladrar, esperar”.
Con el truco de ladrar la joven pensó que tal vez podría entrenarlo para que “cantara” con canciones y ritmos.
“Para mí era un momento de diversión con él para enseñarle esto. Si mi perro está en mi casa y todos somos músicos, él también tenía que serlo”, bromeó.
Un divertido entrenamiento
Con los conocimientos en música, Anahí encontró una forma de entrenar a Korsy.
“El rol de un director de orquesta o coro es dirigir, y para dirigir se necesitan señas, y lo hace con las manos. Se llaman ‘levares’ para las entradas de los cantantes o lo instrumentos”, aseguró. “Entonces con un levare trataba de que Korsy entendiera que si yo le hacía un levare, podía cantar”.
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Y el perrito entendió muy bien. Duraten los entrenamientos Korsy miraba atentamente a su dueña y respondía con ladridos a las señales de las manos.
“Luego (…) comencé a buscar pistas de música clásica que él pudiese reproducir con ritmos, acentos, pulsos, etcétera”, dijo Anahí. “Para mí siempre fue algo normal, porque era como un juego para él y para mí también. Nos divertimos un montón”.
Además, para incentivar al perrito a ladrar al ritmo de la música, Anahí incluyó algunos premios, que se basan en comida.
Otro talento oculto
Pasaron los años, y Anahí se dio cuenta que el perrito podía hacer todo esto con el piano. Esta vez no era con un levare, sino con una mirada o con un gesto de su dueña para darle la entrada.
“Comenzamos haciendo canciones populares, más tradicionales como la cucaracha”, aseguró Anahí.
“Y tuvimos mucho mucho éxito en Tiktok. La verdad es que una vez lo subí como para probar, a ver si para mí era muy natural esto o no”.
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“Empezamos a recibir muchísimos seguidores, y muchísimo amor. Y yo no lo podía creer”, añadió.
Luego, la joven empezó a crear canciones sencillas para que conocieran a Korsy y animar a los seguidores. Poco a poco se fue haciendo más y más conocido, y siempre ha recibido comentarios muy positivos.
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“Yo no puedo creer que tanta gente lo ame. Estoy muy agradecida por el cariño que le dan día a día”, dijo Anahí.
“Lo más importante para mí es entender es que además de que Korsy es como un ‘perrito cantor'”.
“Es un perrito que ha llegado a este mundo a demostrar que los animales son seres maravillosos que se comunican con los humanos, que merecen todo el respeto y el amor del mundo”, concluyó Anahí.
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