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Cuenta la leyenda maya que si un ser amado fallece y recibes la visita de un colibrí, significa que tu ser querido está bien.
Florencia Abraham, de 20 años, de Argentina, perdió en noviembre del año pasado a su perrita “Guada”, una labrador color beige de 14 años que luchó contra el cáncer durante dos años.
La joven estaba muy triste por la triste pérdida de su mascota y por no haber podido despedirse de ella, ya que murió de madrugada, mientras todos dormían.
La estudiante de diseño se encontraba esa noche en casa de una compañera, estudiando para los exámenes finales. Cuando llamó a casa por la mañana, su madre le ocultó lo sucedido con Guada para no alterarla, pero ella tenía un mal presentimiento.
“Le pedí que me contara, porque yo lo sentía”, dijo Florencia. “No sé cómo decirlo, pero lo sentí en el pecho porque a esa hora, casi, comencé a tener mucha ansiedad y luego mi hermano me dijo que Guada había pasado muy mal los últimos días”.
Regresé a casa para verla mientras me quedaba estudiando en CABA y pasaba largas horas con ella porque me daba miedo irme”. Hasta le pedí que me esperara, pero sentí que eso era egoísta porque ella nos acompañó siempre y siempre estuvo para nosotros. Entonces [cuando vi que se había ido], le agradecí por todo ese amor”, añadió.
Un emotivo mensaje
Unos días después de la muerte de Guada, un colibrí entró a su casa volando como si buscara a alguien y se dirigió a Florencia.
El colibrí se acercó a ella y se paró justo en su cabeza. Florencia no lo podía creer y lloraba emocionada.
El ave permaneció al rededor de 3 horas conviviendo con ella, incluso se dejó acariciar e insistió en pararse sobre su cabeza en varias ocasiones.
Florencia no lo podía creer, ella le había pedido a Guada una señal para saber que está bien, y así lo interpretó con la visita del colibrí. Por eso no podía contener su emoción.
El vídeo fue captado por su hermano y pronto se volvió viral en Tiktok, en donde ya cuenta con más de 25 millones de visualizaciones y miles de comentarios.
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