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De un instante a otro, todo fue oscuridad para un perrito que paseaba con sus dueños una soleada mañana de Australia. El pobre animal cayó en una profunda cueva y la angustia se apoderó de todos.
Deborah May y su precioso staffordshire terrier paseaban por la costa central de Nueva Gales del Sur, cuando la feliz caminata dio un giro inesperado. Su curioso Jax se metió por una grieta de una roca de la que ya no pudo salir.
Las costas de Australia ofrecen bellos paisajes y boscosos senderos para los amantes de la aventura, pero para el juguetón amigo de Deborah, las rocas se convirtieron en una trampa casi mortal, y ya nada estaba en sus manos.
Desesperada, Deborah empezó a pedir ayuda, pero no tuvo otra opción que regresar a casa sin Jax, temiendo no volver a verlo nunca más.
“Pensábamos que anoche nos despediríamos de él”, le dijo Deborah al Daily Mail Australia. “Estábamos desolados pensando que nadie podría sacarlo”, se lamentó la mujer.
Pero ni Deborah ni Jax estaban solos. Cuando se empezó a correr la voz, había toda una comunidad queriendo ayudar. Pero quien tomó la labor a cargo fue la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales de Nueva Gales del Sur (RSPCA NSW).
“Esta mañana respondimos a una llamada en el norte de Sydney sobre Jax, un joven staffordshire terrier que llevaba dos días atrapado tras caer por una estrecha grieta en la parte trasera de una propiedad rural de Wyong Creek”, publicó la RSPCA en su cuenta de Facebook.
Afortunadamente, cuando el equipo de rescate llegó, pudieron comprobar que Jax seguía con vida al escuchar sus ladridos. Pero no era una tarea fácil. Se necesitaban martillos neumáticos y motosierras para ayudar a despejar la entrada de la cueva.
Como era de esperar de esperar de una comunidad solidaria, comenzaron a llover las ofertas de ayuda, y lo que parecía imposible se convirtió en un milagro hacho realidad.
“En este tipo de rescates, que a veces duran días o incluso semanas, el tiempo era esencial. Se hizo un llamado a la comunidad local, que recibió una respuesta increíble e inmediata”, según la RSPCA.
Luego de incansables esfuerzos y de tres horas de excavación, Jax fue puesto a salvo. “Tembloroso y cansado, pero ileso”, publicó la protectora de animales.
Cuando Jax salió de la cueva las emociones desbordaron a todos y se apresuraron a asistirlo, pero quedaron sorprendidos cuando el sobreviviente de cuatro patas rechazó un tazón de agua, a lo que uno de los rescatistas sugirió que “solo quiere un abrazo”, le dijeron al Daily Mail.
Jake Cassar, uno de los voluntarios que ayudó a salvar al perro, dijo desde su cuenta de Facebook, que “Jax encarna a la perfección lo que significa ser un desvalido. Justo cuando crees que se perdieron todas las esperanzas, aparece arrastrándose por la tierra, las rocas y el polvo y te da un gran beso”.
“Nos gustaría dar las gracias de verdad a todo el mundo por ayudarnos a rescatar a nuestro hijo”, destacó en Facebook la dueña de Jax, de acuerdo al Daily Mail.
¡Gracias por devolverle la luz a este cachorro y ser la esperanza de que unidos todos es posible!