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Un polluelo de águila calva cayó de su nido quedando huérfano y herido, pero una familia de águilas le dio una segunda oportunidad.
El 22 de mayo, Lori Naumann, experta en aves, recibió el informe sobre un polluelo de águila calva de tres semanas que cayó de su nido, y no había rastro de sus padres a la vista. El Centro de Rapaces de la Universidad de Minnesota contactó a Lori para poder ayudar al ave.
“Ya tenía previsto ir al Parque Nacional Voyageurs para ayudarles a anillar algunos polluelos… así que respondí y dije: ‘Bueno, ya sabes, podría llevármelo al norte si puedes esperar unas semanas’”, declaró Lori a The Epoch Times.
El Dr. Michael Wierda sube al nido en el lago Rainy. (Cortesía de Gordy Lindgren)Durante la caída el polluelo se fracturó un ala, por lo que durante esas semanas recibió el tratamiento necesario para su recuperación.
Tres semanas después, el 15 de Junio, Lori fue a recoger al ave que ahora tenía 6 semanas de vida.
Rumbo a su nuevo hogar
Para transportarla la colocó en una caja y la envolvió en una sábana, el viaje duró 5 horas y el aguilucho se encontraba en buen estado.
“Mantuve el coche en silencio, sin música ni nada durante el trayecto”, dijo. “Era bastante dócil; no son agresivos a esa edad en absoluto”.
“[El Centro de Rapaces] había dejado algo de comida en la jaula para él, no estaba segura de si comería o no”, dijo. “Pero me detuve una vez de camino allí y había comido y hecho caca, lo cual es bueno”.
Debido al largo viaje, el ave estaba un poco deshidratada, pero con un poco de agua se recuperó rápidamente.
En el Parque Nacional de Voyageur estaba la nueva familia que acogería al polluelo. Lori, el investigador Dr. Bill Bowerman y el biólogo de águilas Dr. Michael Wierda comenzaron a realizar las labores para llevar al ave a su nuevo nido.
Llegada al nuevo nido
El Dr. Michael Wierda viajó desde Utah para ayudar, él subió al nido en Rainy Lake.
“¡Trepar y manejar polluelos de águila son habilidades especializadas que no muchas personas poseen!”, dice el Programa de Vida Silvestre No Caza de Minnesota en su perfil de Facebook.
Bajaron al polluelo que ya estaba en el nido para realizar unas pruebas médicas y posteriormente regresaron a ambos polluelos juntos al nido.
Los aguiluchos no se conocían ni sabían de la existencia del otro al principio, pero un fotógrafo los visitó al siguiente día para tomarles fotos y todo se veía bien, los dos seguían en el nido.
Los polluelos seguirán siendo cuidados por sus padres águila hasta después de volar, Lori aseguró que es probable que se den cuenta que el segundo polluelo no es suyo pero no les importaría.
“Estos polluelos ya se alimentan solos”, dijo, “así que los padres traerán presas al nido, y el polluelo ya las toma y se alimenta solo”.
Cuando vuelen por primera vez, regresarán al nido durante una o dos semanas mientras sus padres les enseñen a volar, defenderse y a cazar.
“Cuando llega el otoño, los echan de la zona porque es el territorio de los padres”, explica Lori. “No tolerarán a los polluelos allí una vez que sean autosuficientes”.