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Una hermosa cría de canguro arborícola emergió por primera vez de la bolsa de su madre, ofreciendo una adorable escena que fue captada en cámara.
El 25 de enero, los funcionarios del zoológico de Chester, en Reino Unido, dieron la bienvenida por primera vez a una cría de la canguro arborícola llamada Kitawa, como fruto de sus esfuerzos por conservar la especie, considerada en peligro crítico de extinción.
“Somos uno de los dos únicos zoológicos en el Reino Unido que se ocupan de los canguros arborícolas de Goodfellow, y esta es la primera vez que criamos a la especie en nuestros 91 años de historia”, aseguró un portavoz del zoológico en un comunicado de prensa.
“Dado que se sabe poco sobre estas criaturas tímidas y escurridizas, estamos en una posición única para poder capturar y documentar todo el proceso en torno al desarrollo del bebé de Kitawa”, agregó Dave White, funcionario del zoológico, según el comunicado.
El canguro arborícola es un marsupial que vive en los árboles, habita principalmente en las selvas tropicales de Papua Nueva Guinea. Es herbívoro, se alimenta de flores, hierbas y hojas; tiene garras largas, brazos fuertes y una larga cola que le ayuda a mantener el equilibrio.
Son animales excepcionales, pueden saltar hacia abajo desde 9 metros sin lastimarse, sus brazos robustos también les permite trepar y agarrarse a los troncos de los árboles, saltando de árbol en árbol sin esfuerzo.
Desafortunadamente la población de canguros arborícolas ha disminuido considerablemente como resultado de la pérdida de su hábitat a medida que se talan los bosques para obtener madera y dar paso a las plantaciones de café y arroz, y la caza.
El nuevo nacimiento “es un verdadero momento de celebración para el equipo y nuestros esfuerzos para proteger esta especie en peligro de extinción”, dijo Dave.
Según el especialista, los canguros arborícolas tienen uno de los procesos de parto más complejos del reino animal. Cuando nacen, solo tienen el tamaño de una gominola y están increíblemente subdesarrollados.
“Momentos después del nacimiento, con los ojos aún bien cerrados, el bebé sabe instintivamente que debe trepar por el vientre de la madre y se mete en su bolsa, siguiendo un canal que ella ha marcado lamiendo su pelaje. Una vez que está seguro en la bolsa, el bebé recibe toda la nutrición que necesita mientras crece y se desarrolla durante otros seis meses, hasta que comienza a salirse la cabeza”, añadió Dave.
“El nuevo bebé pronto emergerá completamente de la bolsa y comenzará a saltar y aprender a trepar árboles, bajo la atenta mirada de su madre. Ahí es cuando podremos determinar si es macho o hembra y darle al pequeño un nombre apropiado”.
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