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Un bebé de águila calva vivió un momento tensionarte el 25 de abril cuando uno de sus padres salió rápidamente y lo lanzó fuera del nido sin darse cuenta.
El polluelo, que nació el 6 de abril, cayó a un barranco que estaba debajo del nido, a orillas de una de las Islas del Canal, en California.
Lo conservacionistas que estaban monitoreando los movimientos del águila como parte del Proyecto de Restauración del Águila Calva de Explore Live Nature Cams, que supervisa 21 nidos esta temporada, se dirigieron al día siguiente al nido para ayudar al polluelo.
Dos rescatistas bajaron con cuerdas hasta el lugar donde quedó atorado el polluelo, y después de realizar una pequeña revisión de salud lo devolvieron al nido.
El polluelo “no parecía herido”, dijo el ecologista investigador Peter Sharpe a CNN.
Después de dejar al polluelo, aseguraron el nido con ramas del lugar para evitar que volviera a caer.
Para Sharpe, cada cría de águila calva es importante para la conservación de la especie.
“Son parte de un proyecto de restauración que se ha estado realizando durante más de 40 años”, dijo Sharpe al medio.
“Se ha puesto mucho esfuerzo en recuperar las águilas. La pérdida de un polluelo en una temporada puede tener un impacto bastante grande”, agregó.
Todos los esfuerzos del equipo se han centrado en maximizar la cantidad de polluelos que lleguen a la madurez y puedan defenderse por sí mismos.
En el caso de este polluelo, los conservacionistas regresarán en dos semanas para ponerle una banda de identificación y tomarle medidas.