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La perseverancia de una vaquita rescatada para conseguir al menos un amigo, llegó a miles de corazones que se enamoraron de su tierna inocencia.
Winston llegó a Delmar Farm, una granja santuario de Loxahatchee, cuando tenía apenas dos meses. Desde el comienzo el ternero siempre fue muy simpático y sociable, por lo que buscar amistad entre los demás animales fue su propósito número uno.
Pero la cosa no estaba tan fácil para Winston. Aunque intentaba entablar amistad con los otros animales de la granja una y otra vez, no lo conseguía. Cada vez que se acercaba a uno de ellos, lo único que recibía a cambio era rechazo; incluso los cerdos y los burros lo ignoraban, y recibió más de un golpe al intentarlo con las cabras.
“Los caballos no querían tener nada que ver con esta pequeña vaca”, dijo Claudia Campbell, fundadora del santuario, en un video publicado por The Dodo. “Winston quiere ser amigo de todos. Desafortunadamente, la mayoría de ellos no quieren ser sus amigos”.
Pero lo que más asombró a Claudia, fue la perseverancia de Winston para no darse por vencido. Aunque visitaba a todos los caballos en sus puestos para ofrecer besos, solo encontraba más rechazo y mordiscones, pero nada lo detuvo.
Hasta que un día llegó Ronny, y Winston se acercó a su establo al ver que asomaba la cabeza. “Ronny se estaba relacionando con nuestros mini caballos y se lo estaban haciendo pasar mal. Así que estaba muy fuera de lugar”, dijo Claudia sobre la nueva yegua rescatada.
Según Claudia, Winston seguía mirándola como, “wow, es tan bonita”, y comenzó a llamarla. Finalmente se acercó al puesto de Ronny después de despertarse por la mañana, y ahí fue donde las cosas empezaron a cambiar.
“Trató de darle besos como lo había intentado con tantos caballos”, dijo Claudia. “Para nuestra sorpresa, Ronny realmente parecía disfrutarlo. Hay una conexión entre los dos. Fue una amistad hecha en el cielo”, aseguró.
En el video, que se hizo absolutamente viral, se puede ver cómo ambos amigos se saludan todas las mañanas y se dan muchos mimos.
Con el tiempo, Winston ha entablado más amistades con quienes poder derrochar toda su ternura. Una de ellas es Suzy, otra yegua rescatada que disfruta de los arrumacos de su pequeña amiga.
La mayoría de los animales que llegan a la granja de Claudia vienen de pasar hambre, abandono o maltrato, por lo que el entorno de bienestar que se les brinda a los animales es muy favorable para su recuperación.
Los animales también reciben las visitas de niños que se benefician interactuando con animales que tienen mucho para dar y enseñar.
“Sus almas bondadosas siguen beneficiando a tantos. No piden mucho a cambio… solo nuestro amor y nuestros cuidados”, destaca Claudia en la página web del santuario.
En Delmar Farm, los animales ancianos o heridos pueden encontrar un hogar para toda la vida.