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Dicen que las flores son un pedacito del cielo y este perrito lo sabe muy bien.
Finn es un cachorro mezcla de grifón de Bruselas y pequinés de 2 años de edad, pesa al rededor de 4 kg y vive con su dueña, Sarah Geers, una enfermera de 25 años de edad.
Sarah tiene a Finn desde que tenía 9 semanas, y desde los 3 meses de edad comenzó a mostrar un peculiar interés por las flores.
“¡Lo vi olfateando el jardín de zinnias de mi padre y estaba fascinado!”, cuenta Sarah a The Epoch Times.
“Tomé unas cuantas fotos y no tenía ni idea de que esto era solo el principio”.
Finn comenzó a enamorarse de toda variedad de flores y con el tiempo se convirtió en el perrito amante de las flores.
Olfatea cada flor cuando sale a pasear, se puede notar su felicidad y alegría al acercarse a las plantas con movimientos de cola y trasero constantes.
“Finn está maravillado cada vez que llego a casa con flores frescas cortadas”, dijo Sarah.
“También disfruta oliendo flores falsas; no juzga”, bromeó Sarah.
El peludito tiene una especie predilecta, las vibrantes flores de pensamiento junto con las coloridas variedades de zinnias, que son sus favoritas.
En la primavera disfruta correr por el campo de dientes de león y se deleita olfateando durante todo el recorrido.
“El único inconveniente de su simpática obsesión es que ya no puedo tener flores frescas en mi mesa de centro, porque Finn nunca deja de saltar y olerlas; ¡tengo miedo de que las tire!”, explicó Sarah.
El flagante pasatiempo de Finn lo hizo famoso, ahora tiene un perfil en Instagram creado por su dueña Sara, en donde podemos ser testigos de sus aventuras.
Pero Finn no está solo, tiene a Harley como amigo para jugar todos los días.
“Harley suele acicalar a Finn lamiéndole la parte superior de la cabeza. Esto dura más de 20 minutos y hace que Finn se duerma”, comentó Sarah.
“¡Es lo más bonito que se puede ver!”.
Sara y su esposo hicieron a sus perros parte de su cortejo de bodas como los “perros de honor”. La pareja bautizó sus bebidas de boda con el nombre de “Harley’s Lemonade” y “Finn of the Beach”.
Actualmente, Sarah y Matthew tienen una casa con un gran patio trasero en el que Finn y Harley pueden disfrutar de un espacio para jugar y lo más importante, muchísimas flores nuevas por oler.