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Una ballena jorobada que apareció hace algunos meses con la columna rota completó la increíble misión de nadar desde Canadá hasta Hawái, a pesar de no poder utilizar la cola para impulsarse en el agua, en lo que los expertos creen que es su última migración antes de morir.
Moon, una ballena jorobada adulta, conocida por los investigadores de BC Whales hace una década, fue vista hace dos años cuidando y guiando a su cría, en un alucinante momento madre e hijo.
Sin embargo, los investigadores vieron nuevamente a Moon en septiembre de este año, frente a la Estación de Investigación de Fin Island, al norte de Columbia Británica, con la columna vertebral deformada nadando sola en dirección a aguas más cálidas.
Los investigadores suponen que la deformación debió ser provocada por el golpe de un barco. Su columna vertebral, normalmente recta, ahora tiene una enorme forma de “s” desde la aleta dorsal a la mitad de la espalda hasta la aleta caudal.
El 1 de diciembre, la organización Pacific Whale Foundation (PWF) registró nuevamente a Moon con la cola paralizada frente a la costa de Maui, Hawai, y más tarde compartió las imágenes aéreas en su cuenta de Facebook.
Debido a la grave condición de Moon, los expertos se sorprendieron al verla surgir nuevamente en Maui, Hawái, a varias millas de distancia, unas semanas después.
“Fue uno de esos momentos de ‘¡Oh Dios mío!’ cuando nos enteramos de que era Moon. Sin poder usar la cola, estaba haciendo literalmente el salto de pecho para realizar la migración. Es absolutamente asombroso, pero también te rompe el corazón”, dijo Janie Wray, directora general e investigadora principal de BC Whales.
Crédito del video: Bcwhales.org
Un conmovedor hito
Los investigadores que conocen a Moon desde hace mucho tiempo están asombrados por la tenacidad de la ballena.
“Las desgarradoras imágenes de su cuerpo retorcido nos conmovieron a todos. Es probable que sufriera un dolor considerable y, sin embargo, emigró miles de kilómetros sin poder impulsarse con la cola”, dijo BC Whales en un comunicado de prensa.
“Su viaje la dejó completamente demacrada y cubierta de piojos de ballena como testamento de su condición severamente depreciada”, añadió la organización.
“Conocemos a Moon desde hace muchos años, se la ve a menudo a finales de otoño por las zonas de alimentación del norte de BC. En su estado actual, no sobrevivirá para hacer el viaje de regreso”.
Su arduo viaje de 3000 millas contra viento y marea pone de manifiesto el inmenso sufrimiento que pueden soportar las ballenas en aras de su cultura y sus instintos profundamente arraigados, afirmó la organización.