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Como sacados de una película, estos osos polares habitan cómodamente las casas de una isla que quedó inhabitada muchos años atrás.
Dmitry Kokh, de 41 años, es un fotógrafo submarino y de vida salvaje que vive en Moscú. Su trabajo lo ha dejado como finalista y ganador en competencias internacionales como: Fotógrafo de naturaleza del año, National Geographic, Ocean Geographic, entre otros.
Sus viajes fotográficos han llegado a los sitios más remotos del mundo como Kamchatka, las Islas Solovetsky, Baikal, Chukotka, en Rusia; y a Antártida, Noruega, el Mar Rojo, Cuba, África, Sur y Sudeste de Asia.
En su esperado viaje a la isla de Wrangel en septiembre de 2021, Kokh captó algo totalmente inesperado mientras exploraba el lugar.
“Navegamos a lo largo de la costa y recorrimos más de 1200 millas (1900 kilómetros) de paisajes vírgenes, pueblos perdidos en el tiempo, lugares con fauna diversa y mares llenos de vida”, dijo Kokh a The Epoch Times.
“Un día se esperaba mal tiempo, así que nuestro capitán se acercó a una pequeña isla, Kolyuchin, para refugiarse de la tormenta”, añadió Kokh.
La isla se encuentra ubicada en el Ártico entre Alaska y Rusia, cerca del meridiano 180, y divide a nuestro planeta en los hemisferios occidental y oriental. Es conocida por su estación meteorológica que operó durante la época soviética desde 1930 y cerró en 1992, quedando completamente abandonada.
Escenario perfecto
Frente al sombrío y melancólico escenario, Kokh se encontró a una familia de osos polares viviendo dentro de las casas en ruinas.
“El viento tempestuoso, la lluvia y las construcciones abandonadas en las costas rocosas hacían que todo pareciera super irreal”, dijo. “De repente, notamos movimiento en las ventanas de las casas. Alguien sacó unos binoculares y vimos las cabezas de los osos polares”.
Los osos convirtieron el escenario en un paisaje mucho más interesante para fotografiar. Kokh usó su dron Mavic 2 Pro equipado con hélices poco ruidosas, perfectas para no causar molestias a los osos.
Gracias a su gadget, el fotógrafo pudo documentar a los animales desde lejos, sin ponerse en riesgo y de la manera más natural, como si hubiera estado enfrente.
Como era de esperarse, el resultado fue espectacular. A algunos osos se los ve vigilando, otros asomados en las ventanas de las casas y otros descansando en el césped.
“Los osos se paseaban por las casas, había unos veinte animales a la vista al mismo tiempo, la mayoría machos”, dijo Kokh. “Las hembras se mantuvieron a un lado con sus cachorros, más cerca de la orilla de la isla”.
Las imágenes fueron compartidas en su cuenta de Instagram en donde se hicieron virales y obtuvieron el primer lugar en el concurso Naturaleza salvaje de Rusia 2021, organizado por la revista National Geographic.
2 Comments
Ricardo Andrés González Valderrama
Nice
Allan Fabrizzio Castillo
Importante para los científicos. Los osos polares son solitarios. ¿Qué generó qué estén juntos y tan unidos, el frío es tanto o la comodidad de un sitio seguro?