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Una patita llamada Grace vivía feliz en un lago que estaba rodeado de hermosas flores y enormes árboles.
Grace disfrutaba del sol de la mañana, solía conversar con otros animales y apreciaba los cantos de otras aves que se acercaban al lago para beber agua.
Un día, un elegante pato se acercó a Grace y le propuso que se casaran y tuvieran paticos. Pero Grace nunca había pensado en eso y no quería responsabilidades, así que rechazó la propuesta.
Grace sentía que ya era feliz y no quería cambiar su vida.
Pasaron los días, y una nueva pata llegó al lago rodeada de sus patitos.
Grace la observó y notó que la pata también era muy feliz y compartía su felicidad con sus patitos.
La mamá pato les enseñaba con paciencia todas la cuestiones de la vida y los guiaba para que pudieran defenderse por sí mismos.
Al ver a la pata, Grace se dio cuenta que también sería feliz si tenía paticos.
Así que cuando el elegante pato regresó y le propuso nuevamente que se casaran, Grace aceptó alegremente.
Tiempo después llegó la hora de poner sus huevos, y Grace tuvo que salir del lago para buscar un lugar.
Mientras la futura mamá pato incubaba sus huevos, vio grandes peligros.
Un mapache empezó a merodear el área con la intención de robar sus huevos.
Al poco tiempo el mapache atacó, pero papá pato lo vio, y mientras defendía sus huevos murió.
Luego, un enorme zorro se acercó y se mantuvo a cierta distancia con la ilusión de que la mamá pato se alejara un momento para llevarse los huevos.
Pero Grace mantuvo la calma, y cuidó con mucho esmero su nido.
Cuando los paticos nacieron, la mamá pato los dirigió rápidamente al lago.
Aunque debía apresurarse, Grace no se mostró preocupada para no afectar a sus polluelos.
Debía guiarlos para ser fuertes y tener pensamientos positivos.
Para ver lo que sucedió después mira el videocuento a continuación: