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Para una niña con labio leporino pueden haber momentos difíciles. Por suerte la madre de la pequeña Ivy logró encontrar el compañero perfecto para su hija.
Caitlin y su esposo descubrieron que su hija iba a nacer con labio leporino a las veinte semanas de embarazo. A pesar de ser uno de los problemas de nacimiento más comunes, ellos no conocían a nadie que lo hubiese padecido. Pero después de informarse bien se sintieron preparados para darle la bienvenida al mundo a la pequeña Ivy.
En sus primeros 18 meses de vida, Ivy tuvo que someterse a diversas cirugías para reparar tanto su labio superior como su paladar. En esos días, la pequeña también demostró su fascinación por los gatos.
Maullaba a gatos reales o imaginarios y se sentía atraída con todo lo relacionado con ellos.
A pesar de que ya tenía una gata adulta, Catlin pensó en adoptar un nuevo gatito. Uno jugetón que conectara con el entusiasmo y la alegría de Ivy.
Pero se decidió cuando una amiga le compartió la publicación para adopción del Sargento Pepper, un gatito que también sufría labio leporino.
El pequeño Pepper también había pasado los primeros meses de su vida con operaciones para corregir su labio y paladar. También había sido un bebe que tenía que alimentarse con biberón y que estornudaba la comida.
“Supe al instante que pertenecía a nuestra familia” relató en la web de Petcolovers. Como si fuera poco, el esposo de Catlin es fan de los Beatles y no le diría que no a un gatito que se llama como uno de sus álbumes más destacados ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’.
Cuando el lindo minino llegó a la casa Catlin supo qué le esperaba. Se convirtió en el perfecto compañero de juegos y travesuras de Ivy.
Además, también disfrutan el tiempo dándose mimitos. Pepper es tan cariñoso que le gusta seguirlos a todos lados y ronronear cuando se sube a su regazo.
“[Sus actividades] incluyen frotar el vientre, jugar con juguetes y una varita mágica, trepar a los muebles, causar travesuras y, lo más importante, acurrucarse”, escribió Caitlin en Petco Love.
“Mamá y papá también han recibido mucho cariño y risas del pequeño. Él es la verdadera definición de un gato faldero y se acostará encima de nosotros en cualquier momento y lugar”, agregó.
Catlin sabe que su hija todavía es muy pequeña para darse cuenta que tener labio leporino la distingue de los demás. Pero confía que cuando llegue el momento en el que empiece a cuestionarse lo que significa tener esta condición, la compañía de Pepper la ayudará a no sentirse diferente.
Puede ser que nunca llegue a conocer a nadie como ella. Pero al crecer con un gatito con su misma condición lo podrá ver como algo normal.
Cuando Catlin publicó su entrañable historia en Petco Love Stories, ganó el premio de 25 mil dólares para la Sociedad Protectora de Animales de Filadelfia. El dinero se utilizará para continuar rescatando y rehabilitando a los animalitos más vulnerables de Filadelfia.