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Chada es una osa parda del Himalaya de 24 años de edad, actualmente vive muy feliz en el refugio White Rock Bear Shelter, en Ucrania, pero no siempre fue así. La vida de Chada no ha sido fácil.
Sus padres, originarios de Asia Central, eran un par de osos silvestres que trasladaron a la Unión Soviética para explotarlos en circos y zoológicos. Chada nació en ese ambiente y comenzó a trabajar desde pequeña en el circo nacional ucraniano, en donde pasó la mayor parte de su vida. Pero cuando ya no le era útil a su entrenador, la vendió a una feria ambulante.
Desafortunadamente, después de eso, la encerraron en una jaula oxidada en donde se quedó por 7 años.
Por fortuna el personal del Refugio de Osos White Rock se enteró y rescató en 2019. Desde entonces Chada tiene una vida digna y feliz.
A pesar de que su vista y sus dientes resultaron afectados tras los años de maltrato en el circo, Chada tiene una adorable personalidad que la ha vuelto famosa en las redes sociales.
Recientemente el refugio compartió un vídeo que derritió al mundo entero en el que se ve a Chada saliendo de su madriguera aún soñolienta, tambaleándose del sueño.
Al parecer, esta osa necesita un poco más de tiempo que el resto para comenzar su día, y todos aquellos dormilones se identificaron con ella.
Mira el vídeo:
(Crédito del video: Newsflare)
Reacción viral
El santuario publicó en las redes sociales las imágenes de Chada dando la bienvenida a un nuevo día con la descripción: “Esta soy yo empezando la #semana laboral. Buenos días, ¡Todos estamos como Chada los lunes!”.
El vídeo generó millones de reacciones de personas de todas partes del mundo, quienes encuentran adorable la torpeza de Chada al despertar.
“Yo después de decir que me iba a dormir una siesta de una hora y terminaron siendo 5 horas”, dice uno de los comentarios.
“Yo después de decir que me echare un sueñito de 5 minutos jajaja”.
“Cuando te despiertas 5 horas después de tu breve siesta y te preguntas si todavía es hoy o mañana”, dice otro comentario.
En otros vídeos se puede ver a la osa blanca jugando, “le encanta disfrutar del sol, y dormir como gato en poses increíbles”, según el santuario.
Afortunadamente Chada puede pasar sus últimos años en paz, y muy consentida gracias a todos aquellos que se encargan de cuidarla.
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