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Un perrito que estuvo a punto de ser sacrificado junto con su familia fue hallado con una rebanada de pan podrido, que estuvo dispuesto a compartir con sus rescatistas.
Una semana antes de encontrar al perrito Gunnar, su familia había sido sacrificada. Sin embargo, por alguna razón lo olvidaron.
Probablemente no lo vieron tan pequeño, así que decidieron dejarlo a su suerte.
Días después, un grupo de rescatistas del refugio Sidewalk Specials lo encontró en muy malas condiciones. Pero a pesar de la situación, el cachorro estaba contento y moviendo la colita.
Además tenía consigo un trozo de pan podrido, que estaba ansioso por compartir con sus rescatistas.
A pesar de haber sido abandonado, Gunnar tenía un enorme corazón.
A través de una publicación en Facebook, los rescatistas aseguraron que el perrito estaba en muy malas condiciones.
“Gunnar está anémico y sufre de fiebre por picadura de garrapata, tiene una de las peores infestaciones de gusanos y garrapatas que jamás hayamos visto”, dice la publicación.
“También tiene una infección en el ojo que requiere atención”, añadieron.
Gunnar necesitaba un hogar
Este pequeñito perrito de gran corazón estuvo una semana con tratamiento en el veterinario para poder ser dado en adopción.
Gunnar tenía muchas ganas de vivir, siempre tuvo una actitud positiva y dos semanas después fue dado de alta.
El centro de rescate estaba buscando a alguien responsable que quisiera adoptarlo y darle mucho amor, ¡y lo encontraron!
Una mujer llamada Freya, apenas lo vio decidió adoptarlo, para darle un hogar definitivo.
Por su parte, Gunnar no tuvo problemas para adaptarse a su nueva familia.
“Probablemente nunca antes había visto un césped. Tenía mucha curiosidad todo el tiempo y quería averiguarlo todo”, dijo Freya.
Durante la pandemia, la casa de Freya se convirtió en refugio de otros animalitos que como Gunnar, estaban viviendo en la calle o eran maltratados.
Ahora Gunnar puede tener muchos nuevos amigos y una mejor vida, muy lejos de aquella rebanada de pan que, a pesar de todo, quiso compartir emocionado a sus rescatistas.