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La policía de Anchorage pensaba que lo había visto todo luego de recibir hace algunas semanas una llamada sobre un pavo que intentaba entrar a una tienda de conveniencia, sin embargo, se sorprendieron aún más cuando tuvieron en su patrulla a un pasajero inesperado: un cerdo que se estaba congelando del frío.
El Departamento de Policía de Anchorage (APD) recibió una inusual llamada el 14 de febrero. Se trataba de un ciudadano pidiendo ayuda para un cerdo parado al borde de la carretera que aparentemente “tenía mucho frío”.
“Todos estamos familiarizados con el tocino refrigerado, solo que nunca pensamos que responderíamos a una llamada de servicio relacionado”, escribió el departamento en una publicación de Facebook.
Aquel día, durante una tormenta de nieve, de alguna manera Elvis salió por la puerta de su casa para vivir una nueva aventura en las calles de la ciudad.
Las temperaturas en Anchorage en el invierno son muy bajas, y en el mes de febrero pueden llegar a los -13 °C. El día anterior, habían caído 14 pulgadas de nieve, por lo que las personas que lo vieron temieron por la vida del animalito.
Por supuesto que la policía no podía permitir que Elvis Pigsley, como se llama el cerdo, pasara frío. Así que acudieron al barrio de Fairview a rescatarlo, y luego le dieron un paseo. Elvis quedó oficialmente “bajo arresto”.
Sin embargo, durante el viaje Elvis se veía bastante emocionado. Y al llegar a casa, sus dueños estaban en la puerta para recibirlo.
Un cerdo muy aventurero
La primera persona en recibir el llamado de ayuda para Elvis Pigsley fue la directora del refugio Alaska Potbelly Pig Rescue Inc, quien posteriormente le dio aviso a la policía.
“Somos el único refugio de cerdos en AK, así que, naturalmente, me contactaron. Un ciudadano preocupado me contactó. Pude contactar a la propietaria. Afortunadamente sabía quién era. Le di la dirección a él y a la policía para que pudieran llevarlo de regreso”, dijo Sheila Pontier, directora ejecutiva del refugio, a Vacaláctea.
“Más tarde esa semana, conduje para recogerlo con mi remolque de ganado y lo traje al rescate”, añadió.
Angela Mullen-Herrera, dueña de Elvis Pigsley, dijo que su mascota es muy inteligente y ha escapado en más de una ocasión, le encanta salir a vagar y es un cerdo muy sociable.
Por esa razón, finalmente decidió dejar al travieso cerdo en el refugio, que cuenta con 55 acres en Big Lake, en los que Elvis podrá deambular gustoso en compañía de otros cerditos rescatados como él, sin correr ningún peligro.