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Rescatar perros abandonados, ¡no siempre es una tarea fácil! Generalmente huyen del contacto humano debido al mal trato que recibieron. Este fue el caso de una perrita ovejero alemán que merodeaba por el bosque pero que, tras días de arduo trabajo de una rescatista, tuvo un final feliz y con sorpresa doble.
Judy Obregon, fundadora de la organización The Abandoned Ones (TAO), fue notificada sobre una perrita que caminaba sin rumbo en las cercanías del bosque de Echo Lake Park, en Fort Worth, Texas. Cuando llegó al lugar y logró ubicar a la perrita, no pudo acercarse de inmediato porque estaba muy atemorizada.
“Para poder capturarlos, tengo que convertirme en un perro callejero”, dijo Obregon a INSIDER. “Así que vivo sus vidas… No puedo ir y atraparla, así que uno empieza a estudiar cada rutina”.
“Me miraba como si estuviera aterrorizada, pero estaba pensando. Se preguntaba ¿confío en esta mujer? Me está dando comida”, dijo Obregon acerca de la perrita.
Fueron varios días de insistencia y mucha paciencia por parte de Judy para ganarse la confianza de la asustada perrita a la que llamó Iris. Explicó en un posteo de Facebook cuál fue su método:
“Le decía lo mismo todos los días para que conociera mi voz y confiara en que algún día su vida cambiaría”, y agregó que: “es muy gratificante cuando podemos cambiar un ceño fruncido y el miedo que tienen, por una sonrisa”.
Un invitado inesperado
Al poco tiempo se hicieron buenas amigas, y cuando llegaba la camioneta de Judy, Iris corría porque sabía que le traía una rica comida.
Pero en una de las tantas visitas, Iris corrió hacia el bosque como queriendo mostrarle algo y, ¡oh sorpresa! Resultó que había otro perro, uno de raza pitbull, quien también se mostraba temeroso de acercarse a las personas, y además tenía diversas lesiones en su rostro.
Será siempre un misterio saber cómo se conocieron Iris y su amigo, al que llamaron Clover. Lo cierto es que estos perritos abandonados se cuidaron mutuamente, y que Iris se encargó de que Clover recibiera la misma atención que su amiga Judy le dio a ella.
“Era casi como si ella [el pastor alemán] dijera, está bien, me vas a llevar, pero también lo vas a llevar [al pitbull]. Este es mi amigo, me ha estado protegiendo”, explicó Obregon a INSIDER.
Doble rescate
Pero la paciencia de la rescatista finalmente rindió frutos. Tras varios días, Obregon sintió en su corazón que era el momento de llevarse a ambos peludos. Para ese último paso, Clover jugó un papel muy importante.
“Hay una parte en la que él está listo para irse, y se da la vuelta y la mira, y es casi como si dijera vamos, me va a llevar a mí también, nos va a llevar a los dos, vamos, ¿qué estás esperando?”, relató Obregon.
Fue así como Obregon fue a buscar un perro pero volvió con dos. Después de una evaluación minuciosa de su condición física, los llevó a su centro de rescate animal donde les dieron los mejores cuidados mientras se acostumbraban a interactuar con personas.
El equipo se aseguró que Iris y Clover fueran a hogares acorde a su carácter y necesidades emocionales; para Iris un ambiente tranquilo y para Clover un hogar divertido.
Obregon comentó las preferencias de Iris en una actualización de los perritos: “A ella le gusta que la bañen, la cepillen y hasta hace pequeños bailes (…) Algunos pensarían que debido al miedo que tenía, tomaría meses en recuperarse… Esta es una prueba de que no es el caso de todos los perros callejeros”.
Por su parte, Clover tenía otras necesidades, según explicó una voluntaria de TAO, a The Dodo: “Clover es en realidad mi adoptado personal. Es amigo de perros, gatos y niños”.
Un hogar verdadero
Gracias al amor de Obregon por los animales en situación de calle y al personal de Tao, Iris y Clover están, cada uno, en su hogar definitivo, perfectamente adaptados y queridos.
“Es asombroso cuando te das cuenta que ellos saben que estas ahí para ayudarlos, una vez en tus brazos (…), es una historia totalmente diferente”, escribió Obregon en Facebook, y agregó: “Nunca dudes que no puedes cambiar ese miedo; tu determinación, paciencia, FE… es la clave de su felicidad”.