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El raro avistamiento de una madre oso polar y sus tres oseznos fue motivo de celebración para un fotógrafo ruso, quien también advirtió con sus fotografías que: “estamos viviendo en un mundo dividido”.
Dmitry Kokh, un reconocido fotógrafo de naturaleza, de 42 años, regresó del Polo Norte con extraordinarias imágenes de una osa y sus crías. Kokh describió el viaje como “muy emocionante”, debido a que el nacimiento de tres oseznos es un “acontecimiento muy raro en la naturaleza”.
En cada viaje que Kokh realiza, ¡no sabe con exactitud qué encontrará para registrar con su cámara!. “Nuestro jefe de expedición no había tenido un encuentro así en todos sus 26 viajes”, dijo a The Epoch Times.
Un adorable presagio
Durante el recorrido de 2400 km en un rompehielos de propulsión nuclear, que puede deslizarse a través de capas de hielo de 3 m de espesor, Kokh tuvo una inigualable oportunidad.
Al pasar por el gran archipiélago Franz Josef Land, el equipo divisó una gaviota de color marfil. Según el líder de la expedición, este es un tipo raro de gaviota que suele acompañar a los osos polares.
“Nos mantuvimos alerta y pronto apareció un punto brillante en el horizonte”. El punto brillante era una madre osa que al poco tiempo se vio acompañada por tres puntos más pequeños: sus cachorros, escribió Kokh en su página Notion.
¡Kokh estaba ante un avistamiento completamente extraordinario! Así que primero visualizó las tomas que quería hacer antes de lanzar su dron desde una distancia segura.
“[La madre] se acercó al barco, se asomó al fragmento de hielo descongelado, como si esperara una foca. Los cachorros se acurrucaron detrás de ella y durmieron tranquilamente. En un momento dado, inclinó la cabeza, cerró los ojos y se quedó inmóvil. Tomé la foto”, escribió Kokh.
Un mensaje para el mundo
A través de estas imágenes, a las que llamó “Un hogar dividido”, el fotógrafo quiere dar un mensaje.
“Los osos polares y el hombre existen en dos mundos diferentes. Nosotros nos despertamos con las alarmas de nuestros smartphones, vamos a la oficina para comprar el almuerzo, nos obligamos a ir al gimnasio para bajar dicho almuerzo, y luego vamos al bar buscando olvidar el día en el fondo de un vaso. El oso simplemente vive, y para vivir no necesita un bolso Gucci ni un feed de TikTok”, dijo Kokh a The Epoch Times.
El problema, según el fotógrafo, es cómo la naturaleza está pagando el costo de nuestro estilo de vida. “El progreso es implacable y, a medida que avanzamos en la escala tecnológica, estamos derritiendo hielo, destruyendo bosques y devastando los océanos”. Advirtió además que: “En el proceso, los dos mundos, el hombre y la naturaleza, continúan separándose”.
En 2021, Kokh obtuvo un reconocimiento internacional por sus fotografías de osos polares que habitan en una estación meteorológica abandonada en la isla Kolyuchin de Rusia. El fotógrafo se siente agradecido de que su trabajo suscite “conversaciones y contemplaciones” entre las personas que tienen el poder de cambiar las cosas.